Lo Último

.

.

viernes, 15 de julio de 2011

Nelson Afiuni: Chávez no es el único enfermo en Venezuela

(Reuters) – Cada vez que el convaleciente presidente Hugo Chávez exhorta a los venezolanos a cuidar su salud, Nelson Afiuni siente rabia e impotencia.

Desde que su hermana, la exjueza María Lourdes Afiuni, fue arrestada en el 2009, la familia denuncia que las autoridades han puesto en peligro su vida al obstaculizar el tratamiento que necesita por su cáncer, lo mismo que padece el mandatario.

“El juez no le permitió el traslado al oncológico para chequearse dos quistes que todavía tiene en un seno”, dijo Afiuni, quien considera que todos los ciudadanos deberían acceder al tipo de cuidados que le dispensaron al presidente.
La exmagistrada está acusada de ser cómplice en la fuga de un banquero imputado por corrupción -al que liberó tras superar el máximo de tiempo permitido sin juicio- y el propio Chávez llegó a pedir en un acto televisado que la encerraran 30 años.

Una portavoz del Ministerio de Interior y Justicia dijo a Reuters que el ente vela por los derechos de todos los presos, sin dar detalles sobre casos específicos. No obstante, no estuvieron disponibles otros funcionarios para comentar, ni datos independientes de registros de atención a reos enfermos.

Los familiares de los presos vinculados a la oposición esperan que Chávez sea más comprensivo ahora que tiene cáncer y se apiade de sus allegados facilitándoles el acceso a los servicios médicos necesarios.

Los venezolanos todavía especulan sobre qué tipo de cáncer y qué tratamiento requerirá el militar retirado de 56 años, quien reconoció que podría necesitar quimioterapia luego de que le extirparan un tumor el mes pasado en Cuba.

Desde entonces, Chávez no duda en recomendar: “cuiden mucho la salud”.

Afiuni expresó estar desconsolado al ver cómo Chávez pasea acompañado con su familia y hace ejercicios de rehabilitación al aire libre, mientras los tribunales ni siquiera permiten a su hermana salir a caminar y tomar el sol en el jardín del edificio donde cumple casa por cárcel a la espera de juicio.

La salud de la ex magistrada se agravó tras pasar 14 meses confinada en su celda. Sólo entonces le permitieron acudir al hospital para ser operada de emergencia, relató su hermano.

“Cuando informamos a la directora del penal de su situación no nos creyeron, creían que los engañábamos. Hasta que empezó a desangrarse. Entonces la Fiscalía, viendo que se moría, permitió el traslado”, agregó.

No se pudo confirmar esa versión, en un país donde organizaciones de Derechos Humanos denuncian desde hace años la dramática situación de hacinamiento en las cárceles, entre las que están algunas consideradas entre las más peligrosas del continente con cientos de presos muertos cada año.

Dejarlos Morir

Como en el caso de Afiuni, los familiares de los que se consideran presos políticos creen que funcionarios y jueces temen dictar medidas que puedan contrariar al mandatario, quien exigió públicamente penas ejemplares para algunos de ellos.

“Nosotros tenemos 21 presos políticos y todos tienen problemas de salud. La mayoría está perdiendo la visión, algunos tienen cáncer, otros problemas de columna”, dijo Delsa Solórzano, encargada de Derechos Humanos de la coalición opositora Mesa de la Unidad (MUD).

“El Gobierno les impide hacerse exámenes y les niega el tratamiento. No está haciendo nada”, agregó.

El Gobierno niega la existencia de presos políticos en el país petrolero y asegura que son “políticos presos”.

Aunque las condiciones de salud son pésimas para el común de los reos, la oposición afirma que existe un ensañamiento especial con los que el Gobierno considera enemigos.

“El presidente tiene que ver el mensaje que Dios le está mandando y ya que ha visto lo que es una enfermedad tan grave y sabe lo que sufren los hijos, la familia, espero que tenga un poquito de conciencia”, dijo Yajaira Castro, esposa del ex comisario Lázaro Forero, quien padece cáncer de próstata.


Forero y sus compañeros Henry Vivas e Iván Simonovis fueron condenados a 30 años por los hechos que rodearon al fugaz golpe de Estado contra Chávez en el 2002 y desde entonces viven una tortura que está acabando con su salud, según sus familias.

“Llevan siete años encerrados en un calabozo de 2,3 por 2,3 metros, sin ventilación ni luz natural, sin saber si es de día o de noche, si llueve o hace sol. Sólo pueden caminar al aire libre una hora cada dos semanas y pasan los días en un pasillo de 25 metros de largo por uno de ancho”, contó Castro.

Las autoridades se demoraron más de siete meses en autorizar a Forero los exámenes recomendados por los médicos de la prisión, que confirmaron el cáncer, y Castro dijo que sus renovadas peticiones para que su marido reciba atención en un hospital han sido denegadas hasta el momento por la corte.

Simonovis, por su parte, necesita una operación de la columna y presenta problemas de visión y Vivas sufre de fuertes dolores de oído, según sus parientes.

Tras cinco años de un polémico proceso judicial, los tres ex funcionarios fueron sentenciados en el 2009 a la pena máxima, lo que unos consideraron un acto de justicia histórica y otros una venganza política del “chavismo”.