(EFE).- El canciller venezolano, Nicolás Maduro, confirmó
hoy a Efe que su Gobierno sacó de Trípoli al embajador en Libia, Afif
Tajeldine, para prevenir que los rebeldes lo atacaran, aunque no precisó
si el diplomático abandonó el país y se limitó a asegurar que está “en buen resguardo”.
Maduro criticó nuevamente la “ocupación” libia orquestada, a su
juicio, por EE UU y la OTAN para hacerse con el petróleo del país árabe y
aseguró que el presidente venezolano, Hugo Chávez, no ha conversado en los últimos días, como solía hacerlo, con su amigo y aliado, el líder Muamar el Gadafi.
“El embajador está en buen resguardo. Nosotros tomamos medidas preventivas, porque sabíamos que había la orden de hacerle algún daño a nuestro embajador, a nuestro personal, y lo sacamos a tiempo de Trípoli”, afirmó el ministro.
Maduro no especificó si Tajeldine sigue en Libia y recordó el asalto y saqueo perpetrado contra la residencia de este diplomático venezolano, que Chávez denunció el pasado día 24 atribuyéndolo a “hordas” que “no tienen nada que ver con el derecho internacional”.
El hijo del embajador, Basem Tajeldine, indicó el pasado martes a Efe
que su padre había abandonado Trípoli y que se encontraba en un punto
indeterminado del Magreb por una supuesta persecución política por parte de los rebeldes de ese país.
Sobre los contactos entre Chávez y Gadafi, afirmó que “no ha habido
conversaciones”, y apuntó que “como todo el mundo sabe, ellos (Gadafi y sus seguidores) están en una situación compleja, difícil”.
Maduro ratificó, a nombre del Gobierno de Chávez, el “rechazo y repudio” al “formato” de “ocupación” aplicado en Libia y descartó que Venezuela sea prácticamente el único país que actualmente defienda a Gadafi.
“La ocupación de Libia y el derrocamiento del régimen y del Gobierno de Muamar el Gadafi se dio sobre la base de una gran mentira”, puntualizó.
Para el jefe de la diplomacia venezolana, “había un objetivo: la OTAN y los EE UU querían conquistar Libia, su petróleo, sus riquezas naturales, sus reservas internacionales de más de 200.000 millones (de dólares)”.
“Lo demás fue justificar con mentiras y con montajes la conquista de Libia”, añadió.
Chávez ha respaldado incondicionalmente a Gadafi y ha criticado
duramente la operación lanzada contra Libia, que ha calificado como una “masacre” liderada por Estados Unidos y las potencias europeas para obtener las riquezas de ese país.
Maduro lamentó la “guerra civil” y el clima de “desestabilización
social y de incertidumbre política” en Libia, que, aseguró, era “un país estable que gozó durante más de 40 años de tranquilidad para su pueblo”.