(EFE).- El cantautor venezolano Yordano celebra 30 años de carrera cumpliendo su sueño de presentarse en concierto en Nueva York, lo que marca su debut en esta ciudad, de la que dice estar enamorado desde que le visitó por primera vez.
Yordano, autor del éxito “Manantial del corazón”, incluido en su disco homónimo, eligió para esta ocasión especial el escenario del famoso Carnegie Hall, donde estará el próximo 8 de octubre.
“Esta es una celebración de estos treinta años. Un sueño hecho realidad es tocar en Nueva York. Estuve una vez en una fiesta colombiana en Queens, pero este es mi primer concierto”, sostuvo a Efe el cantautor, considerado uno de los baluartes del movimiento pop de su país en la década de los 80.
Aseguró que desde que conoció la Gran Manzana se enamoró de ella. “Me pasó igual con la ciudad de Roma”, agregó Yordano, quien nació en la capital italiana bajo el nombre de Giordano di Marzo Migani y cuyos padres lo llevaron de pequeño a vivir a Venezuela.
Recordó que durante su infancia visitó en varias ocasiones Roma, pero, cuando regresó de adulto le impactó. “Es una ciudad imponente”, al igual que Nueva York, indicó el intérprete de 60 años.
“Disfruto de la energía de Nueva York, caminar por sus calles. Nueva York es la Roma de América”, afirmó Yordano, graduado de arquitectura en la Universidad Central de Venezuela y que comenzó en la música en la década de 1970 junto al grupo Sietecuero, con el que ya mostraba sus influencias del pop inglés, géneros caribeños como el son cubano, el bolero y balada de raíces italianas que definieron su estilo.
En la década de 1980 se convirtió en una sensación en países de América Latina como Colombia, México, Ecuador, Argentina y Chile.
El artista cantará en esta ciudad éxitos como “Aquél lugar secreto”, “Perla negra”, “Días de junio”, “Madera fina”, “Locos de amor” y “Por estas calles”.
Yordano aseguró además que “no quiere pensar mucho” en el concierto porque lo “asusta”.
“Me gusta tanto la idea que no quiero pensar mucho” en el encuentro con el público latinoamericano en Nueva York, afirmó y aseguró que tras treinta años en los escenarios sigue sintiendo nervios, pero que disfruta “ahora mucho más ese momento”.
Indicó además que atesora de su carrera los momentos en que conoció a los puertorriqueños Andy Montañez y Cheo Feliciano, al compositor Tite Curet Alonso (1926-2003) y a Margarita, madre del Sonero Mayor, Ismael Rivera (1931-1987).
Recordó que al salsero Montañez le conoció a principios de los 80 en un estudio de grabación en Nueva York, mientras que no olvida las circunstancias de su encuentro con Feliciano, exintegrante de las Estrellas de Fania.
“Era casi un desconocido cuando fui a presentarme en el coliseo Roberto Clemente en Puerto Rico y me quedé tras bastidores porque quería ver a Feliciano, a quien admiraba. Le habían dado mi disco y me pidió un autógrafo. El primero que firmé en mi vida y ¡a Cheo Feliciano! Fue un gran privilegio”, dijo el artista, que tiene previsto lanzar un disco en noviembre.
Por: Ruth E. Hernández Beltrán