(dpa) – El nuevo canciller de Panamá, Roberto Henríquez,
asumió hoy el cargo tras la destitución de su antecesor Juan Carlos
Varela y dijo que proseguirá los trámites de extradición a Panamá del general Manuel Noriega, preso en Francia por “lavado de dinero”.
Henríquez negó que en este país haya una crisis causada por la ruptura de la alianza gobernante y señaló que concentrará los esfuerzos en temas de las relaciones internacionales. En ese sentido, calificó de “prioridad” las gestiones para que Noriega regrese a Panamá y enfrente la Justicia.
El ex jefe militar panameño, derrocado por la invasión estadounidense
a Panamá en 1989, está preso en la cárcel La Santé de París, pero espera regresar a Panamá para apelar las sentencias penales emitidas en su contra por el asesinato de opositores.
Asimismo, Henríquez indicó que tiene previsto reunirse con la embajadora de Estados Unidos en Panamá,
Phyllis Powers, para discutir temas relacionados con la lucha contra el
narcotráfico y actividades de cárteles de la droga mexicanos en este
país.
El rector de la política exterior panameña dijo que hará respetar la ley nacional en asuntos relativos al narcotráfico y resaltó los “altos niveles” de cooperación con Estados Unidos contra la droga.
“Consideramos a Estados Unidos un amigo muy especial”,
comentó el ministro al referirse a los históricos vínculos políticos y
diplomáticos y al interés en la pronta ratificación del Tratado de
Promoción Comercial (TPC) en Washington.
Henríquez aclaró que tras la destitución del anterior canciller las actividades en la Cancillería tienen continuidad. De hecho, negó que haya embajadores y cónsules expulsados, pese a que varios funcionarios en el servicio exterior dimitieron por instrucciones del Partido Panameñista, que dirige Varela.