El diálogo con los fieles, la iglesia evangélica y otras confesiones, así como el encuentro con Dios centran la visita del papa Benedicto XVI a Alemania, según manifestó en el discurso pronunciado al ser recibido oficialmente por el presidente federal, Christian Wulff.
En los jardines del Palacio de Bellevue, sede de la presidencia alemana, y ante un millar de invitados, el pontífice lamentó, sin embargo, la "creciente indiferencia" de la sociedad ante la religión, base de la vida comunitaria.
"Así como la religión necesita de la libertad, también la libertad necesita de la religión", dijo Benedicto XVI citando la reformador social, Wilhelm von Ketteler, del que se cumple el 200 aniversario de su nacimiento.
El papa subrayó que la libertad necesita estar ligada "a una instancia superior" y que en la convivencia humana no puede haber libertad sin solidaridad, no solo a nivel privado, sino en la sociedad.
"Bienvenido a casa", había dicho el presidente federal, Christian Wulff, al recibir oficialmente al pontífice en el Palacio de Bellevue poco después de que el avión papal aterrizara en Berlín.
El máximo mandatario germano subrayó en su intervención la resistencia cristiana al nacionalsocialismo y la aportación de las iglesias, católica y evangélica, a la superación de la división de Alemania y Europa.
El presidente subrayó en ese sentido el papel del papa Juan Pablo II en la caída del muro de Berlín y el Telón de Acero, pero también de la iglesia evangélica en la extinta RDA a la hora de acoger y alentar a quienes con sus protestas públicas acabaron con la división de este país.
Pero también aludió al escándalo de pederastia en el seno de la Iglesia Católica en Alemania y a las reivindicaciones de amplios sectores que exigen el fin del celibato y la ordenación de mujeres como sacerdotes.
La iglesia no es una sociedad paralela en la sociedad, dijo Wulff, quien preguntó por la "misericordia" con la que la iglesia atiende a aquellos que han vuelto a casarse tras un divorcio, como es su propio caso, y que desean participar de nuevo en el sacramento de la comunión.
Wulff y el papa mantuvieron seguidamente una reunión a solas de una media hora, a la que siguió un encuentro del pontífice con la familia del presidente alemán.
El pontífice recibirá seguidamente en audiencia privada a la canciller alemana, Angela Merkel, y su esposo Joachim Sauer, en la sede de la Conferencia Episcopal Alemana, para seguidamente descansar y almorzar con su séquito en la Academia Católica de Berlín.
En una primera jornada de marcado tinte político, el papa tiene previsto ofrecer un discurso esta tarde ante el pleno del Bundestag, el parlamento germano, intervención que ha sido criticada desde las filas de la oposición socialdemócrata, verde y de La Izquierda, de los que un amplio grupo de diputados ha anunciado su ausencia.
Aprovechando su visita al Bundestag el papa tendrá un encuentro con la comunidad judía en una de las salas del Reichstag, el histórico parlamento germano, donde pronunciará un discurso.
La jornada se completa con una misa multitudinaria en el Estadio Olímpico de Berlín ante mas de 60.000 personas durante la que Benedicto XVI ofrecerá una homilía.
EFE