Reuters).- Perú es el país de Latinoamérica en mejores condiciones para soportar un colapso económico, mientras que Venezuela y Argentina cuentan con las defensas más débiles, según un análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Brasil y México, las mayores economías de la región, tienen finanzas públicas lo suficientemente sólidas para salir avante de impactos moderados, pero se beneficiarían de construir parachoques más fuertes, señala el documento difundido el miércoles.
Pruebas de estrés, con escenarios que van desde un excepcional problema financiero sin impacto económico hasta una repetición de la crisis tras la quiebra de Lehman Bros en 2008, demostraron que pese a que la región en conjunto es más resistente que en el pasado, los países en lo individual batallarían para sortearlos.
La economía de Perú, con su rápido crecimiento, emergió como la más resistente en la región, con un superávit presupuestario y deuda con valor de sólo un 20% del producto interno bruto (PIB), aproximadamente.
Brasil, México, Uruguay y Ecuador serían capaces de lidiar con una desaceleración global prolongada, pero su proporción de deuda podría alcanzar el 65% del PIB, un porcentaje alto para los estándares de los mercados emergentes, dependiendo si los encargados de política monetaria optaran por contrarrestar el impacto con estímulos fiscales.Bolivia, Chile y Paraguay también terminaron cerca de la cima de la tabla de resultados, seguidos por Colombia, en donde el gobierno planea balancear su presupuesto hacia 2014.
Una crisis más severa dejaría menos margen de maniobra para apoyo presupuestario, pues la deuda treparía aún más alto, según el modelo.
Aunque México apunta hacia un presupuesto balanceado este año, las agencias calificadoras han criticado su dependencia en los ingresos petroleros.
Brasil, que tiene una proporción deuda-PIB del 35%, no logró alcanzar su meta de un superávit el año pasado, lo que generó dudas sobre su compromiso con la disciplina fiscal.
El documento del FMI demostró que Venezuela y Argentina sufrirían una reducción presupuestaria inclusive frente a impactos moderados.
La deuda pública de Venezuela se dispararía a un 145% del PIB en caso de una crisis severa,casi el mismo nivel de Grecia en 2010, cuando se hizo su primer rescate.
“Estos resultados sugieren que la región se beneficiaría de una mayor fortalecimiento de los parachoques, mientras las condiciones favorables duran, para estar en una posición de usar activamente la política fiscal si el entorno exterior se deteriora marcadamente”, señala el documento.