Un tribunal chileno decidió ratificar todas las condenas impuestas contra seis miembros de la policía secreta de Augusto Pinochet por la desaparición forzosa de cinco personas y las torturas infringidas a veinte prisioneros en un campo de concentración en los años 1973 y 1974.
Según informaron hoy fuentes judiciales, la Corte de Apelaciones de Santiago, en fallos de segunda instancia aprobados por unanimidad, confirmó en su totalidad seis sentencias dictadas por el juez Alejandro Solís entre 2008 y 2010.
Además, el tribunal de alzada las agrupó en un solo proceso por tratarse de hechos similares con los mismos involucrados.
Los crímenes se cometieron en la Escuela de Ingenieros del Ejército, con base en la localidad de Tejas Verdes, vecina a San Antonio, en la provincia de San Antonio, región de Valparaíso, unos 120 kilómetros al oeste de Santiago.
Según el informe Rettig sobre violaciones a los derechos humanos, elaborado en 1991, este centro llegó a tener en ciertas épocas más de un centenar de prisioneros, y funcionó desde el 11 de septiembre de 1973, día del golpe de Estado, hasta mediados de 1974.
Las víctimas de secuestro calificado (desaparición forzada) por las que se emite este fallo son Rebeca Espinoza Sepúlveda, Miguel Andrés Heredia Velásquez, José Orellana Meza, José Pérez Hermosilla y Féliz Marmaduke Vargas Fernandez, cuyo rastro se perdió en esos años.
Por cada uno de esos crímenes se condenó a quince años de prisión a Manuel Contreras, antiguo jefe de la policía secreta de la dictadura (1973-1990), la Dirección Nacional de Inteligencia (DINA).