Chipre evitó su colapso financiero, al lograr en extremo un acuerdo con sus socios de la eurozona y el FMI que protege finalmente a los pequeños ahorradores, pero que impone condiciones aún por definir a los grandes depositantes e impone restricciones a los movimientos de capital.
"Tenemos un acuerdo que va en el interés del pueblo chipriota y en el de la Unión Europea" (UE), dijo el presidente chipriota, Nikos Anastasiadis, al abandonar la reunión tras más de doce horas de tensas y complejas negociaciones con los presidentes de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, y del Consejo, Herman Van Rompuy.
También negociaron con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El pacto hasta tuvo tintes dramáticos cuando Anastasiadis, preguntó a sus interlocutores si con las condiciones que le imponían no le estaban forzando a la dimisión ante la posibilidad de también tener que cerrar el primer banco del país, el Banco de Chipre.
"Es un buen acuerdo y es concluyente", señaló el ministro español de Economía, Luis De Guindos, al tiempo que subrayó que "es bueno para Chipre y bueno para el conjunto de la unión" monetaria.
Esta medida generará 4.200 millones de euros. Sobre la reapertura de los bancos, prevista para el martes, "los detalles" de la misma serán "abordados entre la troika y el Gobierno chipriota".
La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, indicó que se finalizarán ahora los detalles del rescate, y que recomendará "en las próximas semanas, al consejo de la institución contribuir al programa".
La eurozona, además, todavía espera que Rusia aporte su parte, especialmente alargando los plazos del préstamo de 2.500 millones que dio a Chipre, según el presidente del Eurogrupo.
EFE