Rusia estudiará las consecuencias para sus intereses del plan de ayuda a Chipre concluido la madrugada del lunes en Bruselas entre Nicosia y sus acreedores, que se traducirá por una importante quita en los depósitos de los dos principales bancos de la isla, indicó el primer ministro Dimitri Medvedev.
"Debemos analizar lo que dará esta historia y cuáles serán las consecuencias para el sistema financiero y monetario internacional, así como para nuestros intereses", declaró Medvedev, citado por las agencias.
"Se sigue robando el dinero robado", indicó ironizando sobre las intenciones europeas de que los depósitos rusos en esta isla, con una controvertida reputación bancaria, también contribuyan en el plan de ayuda a Chipre.
Esta es la primera reacción de Moscú al plan anunciado el lunes de madrugada al término de una reunión del Eurogrupo en Bruselas.
Las autoridades rusas habían expresado su disgusto la semana pasada luego de un primer acuerdo elaborado sin consultas con Moscú, que preveía un impuesto a los depósitos bancarios, cualquiera sea su monto.
El nuevo plan no retoma esa idea considerada confiscatoria por los rusos, cuyos haberes en Chipre alcanzan, según la agencia de calificación financiera Moody's, 31.000 millones de dólares.
Pero los titulares de depósitos no asegurados de más de 100.000 euros en el Laiki Bank, que será llevado a la bancarrota, tendrán importantes pérdidas.
Los que tengan cuentas no aseguradas en el Bank of Cyprus, el primero del país, registrarán también pérdidas, con una quita de 30%, indicó este martes el gobierno chipriota.
En un comunicado, el Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona euro) pide a Nicosia y a Moscú que se pongan de acuerdo sobre "una contribución financiera" de Rusia para el rescate de la isla.
Rusia otorgó a Chipre en 2011 un crédito de 2.500 millones de euros a cinco años, puntualizando que podría flexibilizar las condiciones cuando Nicosia alcance un acuerdo con sus acreedores (la Unión Europea, el Banco central Europeo y el Fondo Monetario Internacional).AFP