El Gobierno chino aseguró este miércoles que establecerá un sistema para combatir la corrupción y "penalizar a los funcionarios deshonestos sin piedad de acuerdo a la ley", tras un año de intensa campaña contra este tema.
"Se incurre fácilmente en la corrupción, cuya incidencia es alta entre el funcionariado. Persiste la falta de integridad y diligencia", dijo también hoy el primer ministro, Li Keqiang, al leer el informe anual durante la apertura de la sesión de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino) en Pekín.
El Gobierno chino, añadió el líder chino, "debe pensar en las causas del problema y en cómo solucionarlo", ya que "el sistema de credibilidad social dista de ser completo".
Aseguró también que "se han aumentado los esfuerzos para combatirla", y que "un número de personas que han violado la ley han sido entregadas a la Justicia".
El año pasado fue especialmente intenso en cuanto a las detenciones por cargos de corrupción en China. Entre ellas, destacó la de Bo Xilai, ex dirigente provincial condenado a cadena perpetua por corrupción y abuso de poder, y el ex Ministro de Ferrocarril, Li Zhijun, sentenciado a pena de muerte suspendida.
Varias publicaciones apuntan a que el próximo objetivo de la campaña es el exresponsable de los servicios de Seguridad, Zhou Yongkang, en su día protector de Bo, y que, de confirmarse la investigación, sería la figura política de mayor peso investigada en las últimas décadas, al ser aún miembro del Politburó del Partido Comunista.
En la lectura del informe, Li afirmó que los gastos en visitas oficiales, vehículos gubernamentales y ceremonias o banquetes, entre otros dispendios, se han reducido el pasado año un 35 por ciento, y que los gastos de los Gobiernos provinciales han caído un 26 por ciento.
"China se ha embarcado en una campaña de sobriedad como parte de la lucha anticorrupción, que va dirigida tanto a tigres como moscas", enfatizó Li, recurriendo a una expresión que es ya un clásico entre los líderes chinos para referirse a que investigarán a todos los sospechosos, sin importar la jerarquía.
El primer ministro también instó a los funcionarios de "todos los niveles" a "apretarse el cinturón" durante 2014.
La construcción de nuevos edificios gubernamentales, su renovación y expansión queda "estrictamente prohibida", y el número de empleados de las empresas públicas "debe ser reducido", así como los gastos de los viajes al exterior y la utilización de vehículos gubernamentales, leyó también el primer ministro.
Más resultados de las auditorías realizadas durante este periodo (el nuevo Gobierno fue nombrado oficialmente en la ANP de hace un año) "serán anunciados al público", dijo Li, sin concretar fecha.
Además, agregó que los beneficios obtenidos por la venta de derechos de propiedad de la tierra serán sometidos a escrutinio. EFE