Mientras Jules Bianchi sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Mie, peleando por su vida tras el accidente que sufrió este domingo durante el Gran Premio de Japón al estrellarse con su monoplaza contra una grúa que evacuaba el monoplaza de Adrian Sutil, la caravana itinerante que sigue el Mundial de Fórmula 1 no se detiene y trata de llegar a Rusia lo antes posible, sorteando en la medida de lo posible los efectos del tifón Phanfone, por más aturdida que esté por lo ocurrido el domingo en Suzuka.
Marussia emitió un comunicado este lunes por la tarde hora japonesa en el que informaba de que no habrá ninguna otra comunicación hasta que la familia del chico de Niza llegue a la clínica. Philippe, el padre, está en camino junto a Nicolas Todt, el agente del corredor. Su desplazamiento, sin embargo, está condicionado por las consecuencias del tifón que a lo largo de este lunes ha bloqueado parcialmente el tráfico del país; el aéreo el ferroviario y el viario.
El goteo de personas que se acercaron al hospital para interesarse por Bianchi ha sido constante desde pocas horas después del accidente. Entre ellos, Marco Mattiacci, jefe de Ferrari (Bianchi forma parte del programa de desarrollo de la marca de Maranello), Felipe Massa y Pastor Maldonado.EL PAIS
