El Juventus consiguió remontar al Fiorentina el 1-2 adverso del choque de ida y ganó 0-3 en el estadio Artemio Franchi, con una lección de buen fútbol con la que alcanzó su decimoquinta final de la Copa de Italia, en la que no podrá contar con el internacionalClaudio Marchisio, ni el español Álvaro Morata, éste tras ser expulsado en el minuto 87.
La fiesta turinesa quedó ensombrecida por esas dos ausencias, la de Marchisio por acumulación de amonestaciones y la de Morata, al ver la roja directa por una entrada a Diamanti.
Alessandro Matri se encargó de perforar la red de la portería del Fiorentina tras aprovechar un rechace dentro del área pequeña de su rival. El 0-1, sin jugadores clave como los lesionados Andrea Pirlo, Carlos Tévez y Paul Pogba, dio esperanzas a un grupo de jugadores que siguió jugando el partido como lo tenían previsto.
Aspiraban a disputar la final ante Lazio o Nápoles y enfrente tenían a un equipo que sumaba números de club grande. Antes del choque, el Fiorentina perdió solo un encuentro de los últimos doce en la Serie A y solo uno de los últimos 19 partidos oficiales que disputó entre Liga, Copa y Liga Europa.
Una final era un buen aliciente para el Fiorentina, que tenía que aguantar el 1-2 de la ida en la que brilló el egipcio Mohamed Salah. Sin embargo, ese 0-1 inicial desmoralizó a un grupo de jugadores que no pudieron evitar el segundo antes del descanso. Fue el argentino Roberto Pereyra, también después de un rechace, quien se encargó de darle la vuelta a la eliminatoria.
EFE