(Barcelona, España, 08 de abril.)- Diez personas sospechosas de mantener lazos con el grupo Estado Islámico (EI) fueron arrestadas el miércoles en Cataluña en el marco de una operación antiyihadista, anunciaron las autoridades policiales de esta región del noreste de España.
“Son diez el número de personas detenidas”, anunció el responsable de Interior de la región, Ramon Espadaler, entrevistado por la radio catalana Rac1 a raíz de esta operación desplegada en varias localidades de Barcelona y Tarragona.
Las personas arrestadas son sospechosas de “estar implicadas en varios delitos relacionados con el terrorismo yihadista, especialmente con las consignas de la organización terrorista Estado Islámico/Daesh”, señaló la policía en un comunicado.
Las redes de captación de jóvenes dispuestos a unirse a los combatientes de la organización Estado Islámico en Siria e Iraq se convirtieron en una de las prioridades de los cuerpos policiales europeos en su lucha contra el yihadismo.
En lo que va de año, las autoridades españolas detuvieron cerca de cuarenta presuntos yihadistas, especialmente en sus enclaves al norte de Marruecos, Ceuta y Melilla, y en la región de Cataluña, donde se produjeron cuatro operaciones en los dos últimos meses.
La última de ellas fue el 31 de marzo cuando se detuvo a una familia marroquí en Badalona, justo al norte de Barcelona, cuya madre presuntamente había preparado la partida inminente de sus mellizos de 16 años para combatir en Siria.
“Esta realidad está presente en nuestra casa como está presente en el entorno europeo y global, pero también tenemos unos cuerpos policiales capaces de detectar estos procesos de radicalización“, reconoció Ramon Espadaler.
“Sería una barbaridad decir que en las mezquitas catalanas se predica esto, hay algunos puntos que son problemáticos y que nosotros vigilamos”, añadió.
Según informó el responsable regional de Interior, la operación de este miércoles está conectada con la detención en diciembre de un brasileño y dos marroquíes con residencia en España cuando se disponían a cruzar la frontera entre Bulgaria y Turquía para llegar finalmente a Siria.
Según las autoridades, un centenar de españoles se habrían unido a las filas de la organización del Estado Islámico en Siria e Irak, una cifra relativamente baja comparada con los miles de franceses, británicos o alemanes desplazados a esos países.