En alguna ocasión más de uno ha acudido a un experto en búsqueda de una opinión especializada y certera. No obstante, ni los mismos médicos suelen ser un buen ejemplo pues, éstos también incurren en los mismos problemas que nos “recetan”.
Según un artículo publicado por The Lancet, las situaciones de estrés y consumo de drogas no se exentan entre los galenos. Pese a sus buenos hábitos nutricionales y de horas para dormir,más de dos tercios se resisten a practicar ejercicios.
En ese sentido, ¿Son los médicos y enfermeros un ejemplo para sus pacientes?… Aquí te dejamos cinco de los “consejos” que ellos no siempre practican.
1. Running suave y un par de cervezas
El jefe de servicios de cardiología del Hospital de La Princesa, en España, dedica tres días a la semana para “correr suave” entre 20 y 25 minutos. Además, los fines de semana completa su actividad con dos horas de bicicleta en compañía de su esposa.
Sin embargo, Fernando Alonso no se considera un deportista, al contrario, insiste en que sus hábitos no responden a un deseo de cuidarse sino a “como le gusta vivir”.
“Cuando no tengo almuerzos de trabajo, ni puedo ir a comer a mi casa, mi menú consiste en en un bocadillo y una cerveza. Esta bebida, junto a la cena, es la única “transgresión” en mi modo de vida saludable”, dice.
2. Comer poco y estirar mucho
Ángel Villamor, director médico de la Clínica de Medicna Avanzada, lleva diez años construyendo su rutina de cuidados, la misma que siguen los miembros de su equipo y sus propios pacientes.
No obstante, para Villamor la premisa fundamental es “Comer poco, porque comer, consume. Comer poco es casi un antiaging”, dice.
Para él, el secreto se encuentra en tener el equilibrio de la actividad física sin exceso y con poco impacto y sin mucha fuerza.
3. Espiritualidad y largos paseos
María Sánchez, enfermera de pediatría del Centro de Salud Los Rosales, de Madrid, encuentra en la naturaleza su “balón de oxígeno”, sin embargo hace más de 30 años comenzó a practicar yoga, taichi y meditación, hasta iniciarse en el “reiki”.
Aunque Sánchez asegura que con esta disciplina se cuida y ayuda notoriamente a sus pacientes, la solidez científica del “reiki” es un tanto controversial y muy cuestionada.
4. Tenis, gimnasio y un grupo de folk
Eduard Estivill, director de la Clínica de Sueño Estivill, a sus 67 parece un hombre de 50 años. No obstante, sufrió de obesidad hasta sus 55 aniversarios.
Aunque nunca consumió “alguna pastillita” para gozar de una excelente salud,Estivill
explica que dedica 50 minutos, varios días de la semana, para subir una pendiente inclinada a siete kilómetros por hora.
explica que dedica 50 minutos, varios días de la semana, para subir una pendiente inclinada a siete kilómetros por hora.
“En realidad, el gimnasio es una jaula donde hay más hámsters como yo, con vestidos de colores llamativos. Solo hago 30 ejercicios de musculación. Total, ahora peso 69 kilos y me siento genial”, describe.
5. Ignorar el ascensor o escaparse a la montaña
Mercedes Eguiluz, vicepresidenta de la Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad (SEMAL), no sigue ninguna fórmula secreta para mantenerse joven.
“Procuro, aunque parezca una respuesta políticamente correcta, llevar unos hábitos higiénico dietéticos adecuados pero a la vez muy simples, como son caminar siempre que puedo, no utilizar habitualmente el ascensor y en las escaleras mecánicas subir andando”, explica.
A su vez, Eguiluz busca el bienestar con paseos en la montaña o el mar, en esos espacios amplios en los que no exista mucha gente para poder “percibir los sonidos de la naturaleza”.
Con información de El País