Las personas adultas suponen que la infancia es la etapa más feliz de la vida de una persona, pero no siempre es así. Muchos niños sienten tristeza y en casos extremos pueden padecer depresión, ansiedad, estrés e irritabilidad.
En entrevista para Salud180.com, con la psicóloga Elizabeth López, señala que los niños aprenden a ser felices a través de la educación que se les brinda en casa. La experta te da cinco sugerencias que te ayudan a lograrlo.
1. Pensamientos positivos
Los niños que crecen con un actitud positiva ante el mundo son más seguros y confían más en sí mismos. Las personas positivas controlan mejor su mente y las interpretaciones que ésta haga de la realidad. Son personas generosas y responsables; se deprimen menos y son muy queridos por sus amigos, familiares, etc.2. Dile no a las etiquetas
Éstas limitan y perjudican el desarrollo de la identidad de los niños. “Eres un niño tonto” o “no sabes hacer nada”, son descripciones que predisponen al niño a moldear su actitud para encajar en este perfil. La mejor forma de desarrollar la felicidad en los niños es tratarlos como si fuesen lo que deberían ser para convertirlos en lo que potencialmente pueden ser.3. Logros
Los niños son más felices si logran sus metas por sus méritos propios. Enséñale a plantearse metas y a que no le tema al fracaso. No hay que darles todo lo que pidan. Desde que nacen hasta la adolescencia, los niños sufren de “síndrome de niño insaciable”, donde sus actitudes desembocan en problemas de personalidad y conducta, provocando aislamiento, marginalidad e insatisfacción personal.4. Independencia
Los niños se independizan el entorno paterno conforme crecen, esto potencia su autoestima en sí mismos. Deja que realice algunas sencillas actividades del hogar, de esta forma lo educas en la igualdad. Se trata de favorecer una correcta autonomía en el niño que le haga más feliz y más seguro.5. Inteligencia emocional
Es muy importante que aprenda a controlar y regular sus emociones para resolver los problemas. Esto genera tranquilidad y armonía en el carácter de los pequeños. De esta forma los niños desarrollan su conocimiento individual personal, su identidad, su autoestima y determina en gran medida el éxito en la vida adulta.
Psicólogos mencionan que la felicidad depende sólo un 10% de los factores externos y aunque la capacidad para ser feliz es algo innato, está en uno mismo incrementarla. Ser felices depende exclusivamente de los actos y pensamientos. Se puede trabajar con los niños para que aprendan a ser más felices desde pequeños.