El arzobispo de Montevideo, el cardenal Daniel Sturla, dijo que la Iglesia católica uruguaya apoyará la llegada de refugiados sirios al país, en consonancia con las acciones lideradas en los últimos meses por la institución religiosa que preside.
En octubre de 2014, cinco familias sirias, un total de 42 ciudadanos, en su mayoría niños, llegaron a Uruguay en calidad de refugiados por decisión del Gobierno del entonces presidente José Mujica (2010-2015).
La llegada de otras siete familias (72 personas) estaba prevista para febrero de este año, pero fue postergada para el último trimestre de 2015 por el nuevo mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, que asumió la Presidencia en marzo.
Sturla destacó la acción de las organizaciones vinculadas a la Iglesia en la acogida del primer contingente de refugiados, que en una primera instancia fueron alojados en un complejo perteneciente a los Hermanos Maristas y a quienes un colegio católico les brindó cursos de español, entre otras iniciativas.
"Se fue creando un consenso en la sociedad de que era bueno que vinieran estas familias y creo que eso es positivo y habla bien de los uruguayos", señaló el cardenal a la prensa durante la Jornada Nacional de Juventud católica, un evento que reunió en la capital uruguaya a 6.000 fieles de todo el país.
El arzobispo expresó que si bien Uruguay debe abrir sus puertas a los refugiados "sean de la religión que sean", considera que se debe pensar de modo particular en los cristianos sirios, que "están sufriendo verdaderamente un martirio" a raíz de las "persecuciones, decapitaciones y crucifixiones" a las que han sido sometidos en el conflicto del país levantino.
Asimismo, el prelado consideró que con la respuesta de la sociedad civil de distintos países de Europa, donde miles de personas desplazadas por una situación "dolorosísima" buscan asilo, el Viejo Continente está recuperando su "raíz cristiana".
"Esta gente está migrando hacia la Europa cristiana con todas sus debilidades, pero (es) una Europa que aún con ciertas trabas que se pusieron al principio, se ha puesto a ayudar a recibir y a ver el modo de llevarlo de la mejor manera", agregó.
A junio, el número de desplazados por el conflicto en Siria llegaba a cuatro millones. Casi dos millones de ellos están en Turquía, según las autoridades.
Por su parte, Sturla dijo que su nombramiento como miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, del que se enteró "sorpresivamente" por los medios, significa "un reconocimiento al Uruguay", país de donde también proviene Guzmán Carriquiry, un laico que ocupa el cargo de vicepresidente de la comisión.
Según el cardenal, integrar este organismo de la Santa Sede que trata los temas de la Iglesia católica en América Latina le implicará al cardenal tener que ir a Roma "alguna vez más" para dar su aporte.
"Uno aporta de lo que es. Yo soy un cristiano uruguayo, obispo, que desde la realidad que tengo en mi vida trataré de aportar lo mejor para bien de la Iglesia en América Latina y para apoyar al Santo Padre", dijo la máxima autoridad de la Iglesia católica uruguaya.
EFE