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sábado, 17 de octubre de 2015

El Barça aplastó al Rayo 5-2 con cuatro goles de Neymar y uno de Suárez

(Barcelona, 17 de octubre. EFE) - El Barcelona goleó al Rayo (5-2) en una noche extraña, con Neymar de protagonista, al marcar cuatro tantos (dos de penalti) ante un rival que dio muchas facilidades en defensa, aunque fue el equipo que más y mejor jugó al fútbol en el Camp Nou.
El Rayo se adelantó (0-1) y, en el segundo tiempo, cuando el partido iba 2-1, tuvo contra las cuerdas al Barça al que llegó a chutar en más de media docena de veces sin acierto. El equipo pequeño volvió a caer contra el grande, pero volvió a ofrecer una gran actuación por la propuesta que los de Jémez mostraron.
Neymar fue el hombre de la primera parte, en la que fue autor directo de los dos penaltis señalados al Barça, tanto en la jugada previa como en la ejecución, además de ser el protagonista en dos acciones más en que pudo haber pena máxima, en un agarrón y en una nueva acción en que fue derribado, ya con el 2-1
El Barcelona exasperó a sus aficionados por la falta de contundencia ante la meta de Nacho, quien en los primeros minutos del encuentro sacó dos balones que el Camp Nou pensaba cantar gol. Primero fue Rakitic, que recibió un balón en profundidad y, con tiempo para pensar, no supo colocar el esférico, y dos minutos después, un error de Toño en el pase, cayó el balón a los pies de Busquets que, de primer toque, envió a Luis Suárez, pero este falló ante el meta del equipo madrileño.
La falta de concreción azulgrana ante la meta rival, tan criticada en este inicio de curso, volvió a ser un lastre para los barcelonistas, que vieron cómo en la primera acción clara de gol del Rayo, Bebé puso un balón a Javi Guerra, que en el área pequeña inauguró el tanteador (0-1), tras una acción precedida por un error de Piqué al habilitar en un fuera de juego a sus rivales.
A partir del cuarto de hora, el brasileño Neymar Jr sintió que el Barcelona necesitaba a un jugador que acaparase cierto protagonismo en un partido muy trabado en el centro del campo, ante la presión que se ejercieron los dos equipos.