(Ciudad del Vaticano, 2 de octubre.EFE).- El Vaticano dijo hoy que el encuentro en Washington la semana pasada entre el papa y la funcionaria estadounidense que estuvo presa por negar licencias de matrimonio a parejas de homosexuales no es un “apoyo” del pontífice.
El portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, dijo en un comunicado que lo que califica de “breve encuentro” de Francisco con Kim Davis “no debe considerarse como un apoyo a su posición en todos sus aspectos concretos y complejos”.
Lombardi comentó que ese encuentro, celebrado en la Nunciatura vaticana en la capital estadounidense, “ha continuado provocando una serie de discusiones y comentarios”.
“Con el fin de contribuir a una comprensión objetiva de lo que sucedió puedo aclarar los siguientes aspectos”, dijo Lombardi antes de precisar que el papa se reunió “sucesivamente con varias decenas de personas invitadas a la Nunciatura para saludarle antes de la partida de Washington hacia Nueva York”.
Lombardi precisó que esto sucede “durante todos los viajes del papa” y que se trató de “saludos muy breves de cortesía a los que el papa se prestó con su habitual amabilidad y disposición”.
“La única ‘audiencia’ concedida por el papa en la Nunciatura fue a uno de sus antiguos alumnos y su familia”, añadió el portavoz.
“El papa no entró en los detalles de la situación de la señora Davis”, completó Lombardi.
El grupo cristiano Consejo por la Libertad anunció que Davis, convertida en un símbolo de oposición al matrimonio entre homosexuales, y su esposo Joe se reunieron en privado con el papa en la Nunciatura apostólica en Washington el jueves pasado.
Según el grupo cristiano, durante la reunión, el pontífice argentino y la funcionaria, de confesión evangélica cristiana, conversaron en inglés, se abrazaron y el papa le regaló a ella y a su marido un rosario que había bendecido previamente.
Alegando objeción de conciencia por sus creencias religiosas, Davis, excarcelada el pasado 8 de septiembre, dejó de emitir todo tipo de licencias de matrimonio en junio, cuando el Tribunal Supremo convirtió en un derecho constitucional las uniones entre las personas del mismo sexo y legalizó estos matrimonios en todo el país.
Esta decisión histórica obliga a los trece estados que entonces todavía lo prohibían, entre ellos Kentucky, a permitir que las personas del mismo sexo puedan casarse.
Aunque algunos funcionarios expresaron su oposición a la decisión del Supremo, Davis fue la primera empleada del Gobierno encarcelada por negar a parejas del mismo sexo su derecho a casarse.