(Pekín, 2 de octubre. EFE).- El número de fallecidos en la cadena de 18 explosiones con paquetes bomba en una localidad del sur de China ascendió a 10, informaron hoy las autoridades locales, quienes señalaron que uno de los muertos es el presunto autor de estos ataques, un hombre de 33 años llamado Wei Yinyong.
La agencia oficial Xinhua había señalado el 30 de septiembre, día en el que se produjeron la mayoría de las explosiones, que Wei había sido detenido, pero la policía local desmintió hoy ese dato y aseguró que el sospechoso murió en el acto durante una de las deflagraciones.
Los otros dos fallecidos antes no confirmados -hasta ayer, jueves, se hablaba de siete muertes- son personas que hasta ahora figuraban como desaparecidas y cuyos cadáveres fueron al parecer recuperados en las últimas horas por los operativos de rescate.
Los paquetes bomba explotaron en varios edificios públicos de la cabecera de comarca de Liucheng, en la región autónoma meridional china de Guangxi, causando además 51 heridos.
Las explosiones afectaron a oficinas de varios departamentos del gobierno local, un hospital, centros comerciales y una prisión, entre otros edificios.
La última de las explosiones se produjo en la mañana de ayer, jueves, también en una oficina de la administración local.
Las autoridades han descartado que los ataques sean obra de un grupo terrorista pero investigan la posibilidad de que Wei usara otras personas como cómplices para enviar los paquetes a diferentes lugares de importancia en la localidad de Liucheng, de unos 300.000 habitantes.
No se han aclarado todavía los motivos que presuntamente motivaron esta cadena de violentas explosiones -al menos una de ellas derribó buena parte de un edificio de cinco plantas- aunque algunos medios independientes señalaron que el sospechoso fallecido había sufrido la expropiación de su casa.
La policía local pidió a los vecinos que no abran ningún paquete sospechoso, y el servicio postal de Liucheng detuvo sus servicios.