El ministro de Justicia de Libia, Mohamed Al Alagi, afirmó ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU que la revolución en su país costó la vida "de 20.000 mártires", que el número de heridos es similar y que los desaparecidos también se cuentan por miles.
Al Alagi es la primera autoridad del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio -el ente político surgido de la rebelión y reconocido por la comunidad internacional- que interviene oficialmente en una tribuna internacional.
El Consejo de Seguridad de la ONU lo reconoció oficialmente el pasado viernes al CNT como representante de Libia y autorizó el acceso de sus integrantes al asiento de este país en el órgano multilateral.
En su intervención en el Consejo de Derechos Humanos, el ministro libio aseguró que su Gobierno "no traicionará la confianza" del pueblo libio y respetará escrupulosamente los derechos humanos y las libertades.
Sostuvo que se ha pedido a los rebeldes "que renuncien a las represalias contra la banda de (Muamar el) Gadafi y sus mercenarios".
"Todos los que cometieron crímenes recibirán un juicio justo, según las normas internacionales, incluidos los implicados en la corrupción. Dejaremos la vía libre a la Justicia independiente, no aceptaremos venganzas personales", aseguró Al Alagi.
El ministro intervino en el foro de la ONU tras la presentación de la comisión investigadora de los crímenes perpetrados en Libia desde que empezó la rebelión civil.
A cargo de esa presentación, el magistrado canadiense Philippe Kirsch, mencionó cómo las fuerzas de Gadafi hicieron prisioneros a cientos de libios y los mantuvieron en centros de detención ilegales, incluso en contenedores de metal, donde algunos murieron de asfixia.
"Se ha reportado que al menos 19 detenidos murieron sofocados en contenedores de metal durante junio en Al-Khums", señaló.
Mencionó, asimismo, las graves violaciones en la batalla por el control de Trípoli, entre las que destacó la ejecución de prisioneros en dos campamentos militares y en el cuartel general de Gadafi cuando sus combatientes abandonaban sus posiciones.
"Se ha denunciado que al menos 45 detenidos fueron asesinados en un almacén cerca de Trípoli por miembros de la brigada 32, una fuerza militar dirigida por Khamis, uno de los hijos del coronel Gadafi", explicó.
Sostuvo, no obstante, que se desconoce el número de muertos reales en los combates por el control de la capital libia y que ésta es una de las cuestiones que su equipo pretende dilucidar.
Kirsch adelantó que la comisión planifica investigar las violaciones a los derechos humanos en el oeste de Libia, en Trípoli y en los ciudades y poblados la circundan, incluida Misrata y Az-Zawiyah.
Igualmente, piensa visitar las montañas de Nafusa, donde se registraron intensos combates.
Para avanzar en su investigación, anunció que enviará a Trípoli este mes a un equipo de investigadores de avanzada, mientras que la comisión visitará el país entre diciembre y enero próximos.
A ese respecto, el ministro de Justicia anunció hoy que el CNT extenderá una invitación permanente a los órganos de Derechos Humanos de la ONU y formará una comisión nacional sobre los mismos.
Al Alagi es la primera autoridad del Consejo Nacional de Transición (CNT) libio -el ente político surgido de la rebelión y reconocido por la comunidad internacional- que interviene oficialmente en una tribuna internacional.
El Consejo de Seguridad de la ONU lo reconoció oficialmente el pasado viernes al CNT como representante de Libia y autorizó el acceso de sus integrantes al asiento de este país en el órgano multilateral.
En su intervención en el Consejo de Derechos Humanos, el ministro libio aseguró que su Gobierno "no traicionará la confianza" del pueblo libio y respetará escrupulosamente los derechos humanos y las libertades.
Sostuvo que se ha pedido a los rebeldes "que renuncien a las represalias contra la banda de (Muamar el) Gadafi y sus mercenarios".
"Todos los que cometieron crímenes recibirán un juicio justo, según las normas internacionales, incluidos los implicados en la corrupción. Dejaremos la vía libre a la Justicia independiente, no aceptaremos venganzas personales", aseguró Al Alagi.
El ministro intervino en el foro de la ONU tras la presentación de la comisión investigadora de los crímenes perpetrados en Libia desde que empezó la rebelión civil.
A cargo de esa presentación, el magistrado canadiense Philippe Kirsch, mencionó cómo las fuerzas de Gadafi hicieron prisioneros a cientos de libios y los mantuvieron en centros de detención ilegales, incluso en contenedores de metal, donde algunos murieron de asfixia.
"Se ha reportado que al menos 19 detenidos murieron sofocados en contenedores de metal durante junio en Al-Khums", señaló.
Mencionó, asimismo, las graves violaciones en la batalla por el control de Trípoli, entre las que destacó la ejecución de prisioneros en dos campamentos militares y en el cuartel general de Gadafi cuando sus combatientes abandonaban sus posiciones.
"Se ha denunciado que al menos 45 detenidos fueron asesinados en un almacén cerca de Trípoli por miembros de la brigada 32, una fuerza militar dirigida por Khamis, uno de los hijos del coronel Gadafi", explicó.
Sostuvo, no obstante, que se desconoce el número de muertos reales en los combates por el control de la capital libia y que ésta es una de las cuestiones que su equipo pretende dilucidar.
Kirsch adelantó que la comisión planifica investigar las violaciones a los derechos humanos en el oeste de Libia, en Trípoli y en los ciudades y poblados la circundan, incluida Misrata y Az-Zawiyah.
Igualmente, piensa visitar las montañas de Nafusa, donde se registraron intensos combates.
Para avanzar en su investigación, anunció que enviará a Trípoli este mes a un equipo de investigadores de avanzada, mientras que la comisión visitará el país entre diciembre y enero próximos.
A ese respecto, el ministro de Justicia anunció hoy que el CNT extenderá una invitación permanente a los órganos de Derechos Humanos de la ONU y formará una comisión nacional sobre los mismos.
EFE