La firma china Geely, una de las principales fabricantes privadas de su país y que en 2010 adquirió la marca sueca Volvo, compró ahora la británica Manganese Bronze, que produce los famosos taxis negros de Londres.
Según anunció la propia compañía mediante un comunicado, la firma china se hará con Manganese -a la que estaba asociada desde 2006 y de la que ya controlaba la cuarta parte- por 11 millones de libras (12,6 millones de euros, 17,2 millones de dólares).
Geely asegura que planea mantener la producción y los puestos de trabajo actuales en el Reino Unido.
La firma británica, cuyos taxis circulan por las calles londinenses desde 1948, tuvo que retirarse de la Bolsa de Londres y ser administrada por una auditora externa -PricewaterhouseCoopers- en octubre pasado, lo que provocó que despidiera a 300 de sus empleados.
Según afirmó Geely en su comunicado, su prioridad será ahora "restablecer el funcionamiento de la firma en su fabricación, ventas y servicios post-venta, en general partiendo de la base de cómo funcionaba antes" de la llegada de los gestores de la auditora, aunque no mencionó que vaya a recontratar a trabajadores despedidos.
"Estamos decididos a restaurar el éxito de esta marca emblemática que es conocida, reconocida y admirada en todo el mundo", dijo el presidente y fundador del grupo Geely, el magnate Li Shufu, que en los años noventa pasó de fabricar electrodomésticos a hacerse un sitio propio en el incipiente mercado automovilístico chino.
"Somos un inversor comprometido en el largo plazo", añadió, y dijo que "a pesar de sus recientes dificultades, hemos creído desde hace mucho tiempo que esta compañía y su taxi negro tienen un enorme potencial".
"Pensamos utilizar la experiencia de Geely para mejorar el negocio de Manganese, pero también creemos que la marca, la tecnología y las capacidades de diseño de Manganese crearán sinergias que beneficiarán a nuestro propio abanico de modelos", añadió.
A sus problemas financieros recientes, Manganese sumó el año pasado el descubrimiento de defectos que podrían causar problemas de seguridad en su nuevo modelo TX4, que Geely ahora ha prometido seguir produciendo, pero que del que en 2012 tuvo que parar las ventas y retirar del mercado unas 400 unidades.
EFE