Los investigadores encargados de la explosión que derribó dos edificios el pasado miércoles en Nueva York pudieron acceder hoy por primera vez a los sótanos de los inmuebles, donde se espera encontrar indicios que confirmen la causa del suceso, a priori debido a una posible fuga de gas.
El avance de las tareas de desescombro permitió a los investigadores acceder a la parte más baja de los edificios, donde esperan verificar la instalación de gas que pudo provocar la fuerte explosión.
Por ahora, la investigación no ha ofrecido resultados y continuará en los próximos días, según fuentes citadas por el diario "The Wall Street Journal".
También continuará el desescombro, después de que el jefe de Bomberos de Nueva York, Salvatore Cassano, informase hoy de que se han retirado ya entre el 85 y el 90 por ciento de los restos de la explosión.
En las tareas llevadas a cabo hoy, los bomberos encontraron una biblia casi intacta perteneciente a una iglesia hispana destruida por la explosión.
El hallazgo llevó a varios fieles a congregarse para rezar junto al líder de la congregación, Thomas Perez, que tuvo que ser llevado a un hospital tras sufrir dolores en su pecho, según indicaron varios testigos al diario "The New York Times".
Las autoridades esperan que la investigación en los sótanos permita conocer exactamente qué causó la explosión, que derrumbó dos edificios en El Barrio latino de Harlem.
Por ahora, todo apunta a una fuga de gas, pues se han encontrado altas concentraciones en los suelos y un vecino de la zona efectuó una llamada de emergencia para alertar de un fuerte olor a gas minutos antes de la explosión.
El suceso dejó ocho muertos y más de setenta heridos, además de destruir las viviendas de centenares de personas.
Los afectados son mayoritariamente latinos, que han comenzado a recibir asistencia por parte de la ciudad y serán realojados temporalmente.
EFE