El ministro de Trabajo de Grecia, Panos Skurletis, acusa al Fondo Monetario Internacional (FMI) de dificultar un acuerdo sobre la deuda con los acreedores internacionales de tener una dura reforma laboral, incluyendo despidos masivos y abandonando la idea de subir el salario mínimo.
Skurletis señaló que el Gobierno griego pretende cumplir con los compromisos de repago de su deuda previstos para el mes de mayo y lograr un acuerdo con sus acreedores internacionales para desbloquear el dinero restante del programa de asistencia.
Asimismo, Atenas deberá devolver casi 1.000 millones de euros al FMI, empezando el próximo 6 de mayo con el pago de 200 millones en intereses a los que se sumarán el próximo día 12 otros 750 millones en concepto de reembolso del principal del préstamo.
Sin embargo, Skurletis lamentó la postura adoptada por el FMI en las conversaciones y acusó a la institución internacional de exigir a Atenas “no tocar nada de lo que ha arruinado las vidas de los griegos en los últimos cinco años”, en referencia a las medidas de austeridad.
Con información de Público