Los partidos británicos tradicionales van en descenso lo que hace que se evidencie un cambio en la política del Reino Unido, donde según los expertos se ha pasado a una política de consumo.
A pesar de las dificultades para las formaciones pequeñas, con menos historia e implantación de obtener diputados, en los comicios del 7 de mayo se prevé un auge en estos partidos alternativos, desde el eurófobo Ukip a los Verdes o El partido Nacionalista Escocés (SPN) que podrían ser clave para formar el gobierno.
Según el presidente de la firma demoscópica YouGov y analista político Peter Kellner, el retroceso de laboristas y conservadores, que en los años 50 sumaban conjuntamente el 97% de los votos y en la actualidad apenas superan el 60%, se debe a que “son criaturas del siglo XX y no han sido capaces de reinventarse en la era postideológica“.
En los últimos años, señala un experto, han surgido otras formaciones que se centran en los asuntos que, a su juicio, “verdaderamente preocupan a los ciudadanos”, como “la inmigración, el cambio climático o el nacionalismo local”, lo que conduce a “la actual fragmentación del voto”.
Los nuevos partidos
Un analista afirma que de la batalla ideológica se ha pasado a una “visión consumista” de la política, “el problema es que estos partidos minoritarios que parecen ofrecer algo nuevo, a menudo son incapaces de articular una visión completa de la sociedad“, lo que significan perder el atractivo si llegan a gobernar.
En su esfuerzo por conquistar el centro político, los partidos tradicionales, como laboristas y conservadores en el Reino Unido o sus homólogos europeos, “hacen propuestas cada vez más similares” y su principal meta en las elecciones es “convencer a los votantes de que son los más idóneos para gestionar el Estado”, señala Simon Hix, académico de la London School of Economics (LSE).
El año pasado, la economía del Reino Unido creció un 2,8%, más que la de cualquier otro Estado del G7, y se prevé que este año lo haga un 2,5%. El desempleo y la inflación tienden a la baja, situándose en el 5,6% y el 0 %, respectivamente. Aunque no se perciba un desafío al sistema, la economía y la calidad de vida son, según las encuestas, la principal preocupación de los británicos (55%), seguido de la sanidad pública (50%) y la inmigración (47%).
Frente a las propuestas relativamente parecidas de “tories” y laboristas, que comparten un consenso en torno a la austeridad, el Partido de Independencia del Reino Unido (UKIP) ha capitalizado el asunto migratorio y aboga por una salida de la UE, mientras que el SNP escocés y los Verdes se erigen como los defensores de los servicios públicos. Si se consolida el avance de estos partidos minoritarios y se hace frecuente la necesidad de coaliciones, ello puede tener más consecuencias en el futuro, apunta Hix.
Con información de El Confidencial