Tras una herida el cerebro emite constantes avisos que algo no esta bien, pero, hay ciertos recursos que puedes utilizar para engañarlo y lograr que el dolor disminuya o desaparezca.
A continuación te presentamos seis trucos para alcanzar este reto:
1. Cruza los dedos
Suena ridículo, pero no lo es. En un experimento llevado a cabo por el Instituto de Neurociencia Cognifiva de la University College London se aplicó una pequeña sensación de quemazón en los dedos de un grupo de personas. Los investigadores constataron que al cruzar los dedos se reducía notablemente la sensación de dolor.¿Por qué ocurre esto? El dolor es una señal que indica el lugar donde algo está fallando; al cruzar nuestro dedos confundimos al cerebro, que no sabe bien en qué lugar hacer que sientas dolor, por lo que este se reduce.2. Duerme
Según un estudio publicado en la revista Sleep, para resistir el dolor basta con dormir más. Los científicos son contundentes al respecto: dormir 10 horas, dos más de lo recomendado, es más efectivo para paliar el dolor que la codeína, uno de los analgésicos más potentes que pueden encontrarse en una farmacia.3. Escucha tu disco favorito
Según desveló en un estudio Christine Hsieh, psiquiatra de la Harvard Medical School, nuestra música favorita puede ayudarnos a paliar el dolor. En su experimento los participantes recibieron una quemadura para que sintieran dolor y fueron separados en tres grupos: aquellos que escucharon su música favorita aseguraron sentir menos dolor que aquellos a los que se les pusieron sonidos no musicales y los que no escucharon nada. La música que nos gusta activa los centros del placer.4. Piensa que tu dolor tiene algún beneficio
En la mayoría de ocasiones no podemos seguir esta estrategia, pues nos cuesta ver el dolor como algo positivo, pero lo cierto es que cuándo lo es, lo sufrimos de otra forma. En 1956 el anestesista Henry Beecher, uno de los pioneros en el estudio del efecto placebo, descubrió que el dolor era percibido de forma muy distinta entre los soldados y los civiles, con lesiones idénticas, y los segundos solicitaban muchos más analgésicos que los primeros.Piensa que al menos no tienes que ir a trabajar: si odias estar en la oficina, tu dolor, probablemente, disminuirá.5. Maldice
Decir palabrotas es algo habitual cuando sentimos un dolor pero lo curioso es que de verdad nos ayuda a aliviar este. Según un estudio dirigido por el doctor Richard Stephens, profesor de psicología en la Keele University, las personas aguantamos mejor el dolor cuando podemos insultar en voz alta.6. Ama
Al igual que la música, el amor activa los centros del placer del cerebro –como el núcleo accumbens–, lo que tiene un efecto analgésico. El doctor Sean Mackey, profesor de neurología en la Escuela de Medicina de Standford, comprobó que las personas enamoradas sentían un menor dolor con sólo observar una fotografía de sus seres queridos.
Con información de Elconfidencial.com