Una nueva legislación está siendo considerada por el Congreso chino donde establecerían una pena de hasta siete años de cárcel a aquellos postulantes que hagan trampas en sus exámenes.
De acuerdo al medio china.org.cn, luego de registrarse varios casos de plagios en uno de los exámenes más duros y rigurosos del mundo, el National College Entrance Exam o más conocido como "Gaokao", que afrontan cada año alrededor de nueve millones de adolescentes chinos y que determina si entran o no en la educación superior, se está discutiendo la posibilidad de multar y hasta encarcelar a los jóvenes que realicen trampa.
Una de las faltas más recurrentes es la utilización de sustitutos en las pruebas, mientras que otros alumnos más avezados utilizan material de alta tecnología como micrófonos camuflados, minicámaras en las gafas o dispositivos de escucha.
Las autoridades locales de Luoyang pusieron a prueba en uno de los últimos exámenes realizados, su sistema "anticopiones" con drones para detectar la presencia de estudiantes que hacen trampas.
La exigencia de estas pruebas es máxima, puesto que cerca de una cuarta parte de los examinados no logra acceder a la universidad, por eso los estudiantes chinos se sienten muy presionados por aprobar el examen.
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