España ha logrado 20 becas del Consejo Europeo de Investigación (CEI- ERC según sus siglas en inglés) para realizar " pruebas de concepto" , el mayor número en Europa por detrás del Reino Unido. Las becas para realizar pruebas de concepto ayudan a los investigadores a salvar la distancia entre el mundo académico y el mercado, que reciben así financiación adicional para explorar el potencial de innovación de sus investigaciones.
Las becas para pruebas de concepto, cada una por un valor de 150 000 euros, pueden utilizarse, por ejemplo, para establecer los derechos de propiedad intelectual, investigar las oportunidades empresariales o realizar la validación técnica. De esta forma, apoyan la investigación en las fronteras del conocimiento que conduce a la innovación con aplicaciones en la vida real, creando nuevas oportunidades para el empleo y los productos europeos.
En 2015, el CEI recibió 339 solicitudes de esta financiación adicional (procedentes de investigadores cuya investigación ya había recibido una beca del CEI). El CEI y concedió 135 becas por valor de 20 millones de euros.
Los proyectos seleccionados proceden de una investigación que abarca gran variedad de temas en ciencias físicas e ingeniería, ciencias de la vida y ciencias sociales y humanidades. Aprovechamiento de gusanos de seda "biónicos" para fibras super-duras, nuevo tratamiento de heridas crónicas basado en inhalantes médicos, ingeniería inversa de procesos constructivos medievales para la restauración del patrimonio arquitectónico europeo: son tan solo algunas de los hallazgos de beneficiarios de subvenciones del CEI que recibieron financiación adicional para explorar el potencial de innovación de sus investigaciones. (Más ejemplos de proyectos de pruebas de concepto aquí).
En España, unos de los proyectos que recibirá una beca es "SimVisSim", llevado a cabo por Susana Marcos, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Permitirá probar de manera "virtual" diferentes tipos de lentes comerciales para la presbicia o, en el caso de algunas terapias que implican implantes intraoculares o cirugías corneales, permitirá a los pacientes ver el mundo como lo harían después de una operación de la vista, lo que les permite escoger la solución más cómoda.
Los investigadores seleccionados en la convocatoria se sitúan en 17 países de toda Europa: Reino Unido (22), España (20), Países Bajos (15), Francia (17), Alemania (10), Suecia (9), Israel (8), Suiza (8), Italia (7), Bélgica (5), Austria (3), Dinamarca (3), Portugal (3), Grecia (2), Chipre (1), Finlandia (1) y Polonia (1).