En rechazo a los intentos de golpe de Estado contra Rousseff los brasileños marchan hoy en todo el país para defender la democracia del gigante del Sur
Maceió, capital del estado brasileño de Alagoas, fue la primera ciudad que arrancó este viernes con la jornada de marchas convocadas por el Frente Popular Brasil en apoyo al exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y la presidenta Dilma Rousseff, ambos víctimas de ataques de factores de la derecha de este país.
Los actos que se realizan en defensa de la democracia en toda la nación son protagonizados por organizaciones y movimientos sociales y tiene como punto central la plaza Centenario, en São Paulo, Brasil.
En un comunicado, el Frente Popular expresó que este viernes es un gran día "para celebrar la democracia que tenemos en nuestro país, lo que garantiza a todos expresar sus opiniones y posiciones dentro de la ley y sin violencia".
Llamaron a los ciudadanos a movilizarse. "Ven ahora, con nuestras banderas, pancartas, el vigor y la animación celebrar y reafirmar nuestros valores democráticos y legales".
El integrante del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), João Pedro Stédile, refirió que hay clases sociales de poder interesadas en manipular la opinión pública "y han creado una especie de comando especial compuesto por el poder judicial y fiscales para convertirse en 'dueños de la verdad' y atentar contra el Estado".
Más 60 organizaciones populares, sindicales y sectores políticos de izquierda fueron convocadas a la manifestación nacional este viernes en defensa de los derechos sociales, de los trabajadores y contra el golpe de Estado.
En contexto
Sectores adversos a la mandataria brasileña Dilma Rousseff pusieron en marcha un plan para difamar su Gobierno y desprestigiar los logros alcanzados junto al pueblo, que incluye intentos de juicio político.
Desde julio del año pasado, el Congreso y la derecha nacional intentan enjuiciar a la jefa de Estado por el caso de corrupción en la estatal Petrobras.
A principios de este año, los ataques también son dirigidos contra el exmandatario líder del Partido de los Trabajadores (PT) y esposo de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, y por ello fue detenido el pasado 4 de marzo luego de un allanamiento a su residencia.
Su detención arbitraria y violenta se realizó para que declarara sobre el caso de lavado de dinero relacionado con la operación anticorrupción Lava Jato. Horas después fue liberado.
Rousseff nombró a Lula ministro de la Casa Civil, pero el juez encargado de la investigación Lava Jato, Sergio Moro, emitió una medida cautelar para anular la toma de posesión del exmandatario con el objetivo de que siga el proceso judicial en su contra. La medida fue anulada este viernes.
TELESUR