Según expertos, el agua fría en el cabello ayuda a que la cutícula se mantenga en su estado natural (cerrada), lo que equivale a que se vea más luz en tu melena.
Estilistas confían en aclarar con agua fría en el salón y varias personas religiosamente utilizan el mismo truco al finalizar el baño, sin embargo hasta la fecha no está científicamente está demostrado.
Sobre el tema, estudios comprobaron que el agua caliente hincha el pelo y eleva la cutícula. Esto vuelve al cabello más poroso (y altera la forma en que la luz se refleja en el cabello).
La mejor manera de aumentar el brillo es usar agua caliente pero al lavar solamente con champú, esto ayudaría a eliminar la suciedad, la grasa del cuero cabelludo, además potencia la acción del acondicionador.
Es después de enjuagar con el acondicionador que se recomienda cambiar la temperatura del agua y dejarla correr durante unos minutos.
En resumen, una temperatura más fría sí ayuda, pero no tienes que congelarte para conseguir un cabello brillante.
Cosmopolitan