En el caso de discriminación sexual más grande jamás llevado ante un tribunal, la Corte Suprema de Estados Unidos falló en favor del gigante minorista Wal-Mart.
Más de un millón de mujeres trabajadoras de la empresa habían llevado a Wal-Mart ante los tribunales, acusando a la compañía de pagar menos a las mujeres y darles menos promociones que a sus colegas hombres.
El magistrado Antonin Scalia dijo que la certificación de una demanda colectiva no era consistente con una norma federal y que los reclamos de pagos retroactivos no fueron certificados adecuadamente.
Si el caso hubiera continuado y se hubiera registrado un fallo contra Wal-Mart, la empresa podría haber tenido que pagar decenas de miles de millones de dólares en daños y perjuicios.