Todos hemos visto al Chavo del 8, ese niño, interpretado por un adulto, Roberto Gómez Bolaños, quien también es su creador. Este conmovedor personaje nos ha robado más de una sonrisa. Y fue un 20 de junio de 1971, que debutó en las pantallas en su primer sketch dentro del programa “Chespirito”.
En 1973, esa secuencia sale del mencionado espacio televisivo para tener su propio horario. Se trataba de un semanal. A la estrella de la serie, se le sumó el personaje de La Chilindrina, una niña de colitas y lentes, que siempre se ponía su chompa al revés, papel encarnado por María Antonieta de las Nieves.
Gómez Bolaños, también conocido como Chespirito, ubicó a la historia en una vecindad, la misma que contaría con otros personajes peculiares como El profesor Jirafales, un maestro de escuela interpretado por Rubén Aguirre; Don Ramón, un padre soltero que siempre pasaba por problemas de dinero, especialmente porque no pagaba la renta, rol que recae en Ramón Valdez.
No podía faltar, la vecina quejosa, Doña Florinda, quien siempre le daba lapos a Don Ramón, Florinda Meza, la ahora inseparable compañera de Chespirito fue la elegida para encarnar ese papel.
A Carlos Villagrán lo convocaron, luego de que Roberto lo viera hablar con los cachetes inflados, seña característica del engreído niño Quico. Y el médico, Edgar Vivar, se enfundó en el rol del Señor Barriga, el dueño de la vecindad que solía visitar el lugar para cobrar la renta.
Desde ese 20 de junio de 1971 hasta hoy, han pasado 40 años y la famosa serie continúa gozando de gran éxito. Escenas memorables como las vacaciones en Acapulco, o cuando el Chavo se eleva al cielo, mientras agarra unos globos, quedarán en la memoria de miles de personas, a quienes, de seguro le ha cambiado la vida.
PRI
