Japón realizó hoy un simulacro de terremoto, el primero desde que ocurrió la tragedia del 11 de marzo en el noreste del país, con la participación de cerca de 517.000 personas de 35 provincias.
El ejercicio se efectúa cada año el 1 de septiembre, Día de la Prevención de Accidentes, con motivo del aniversario del Gran Terremoto de Kanto de 1923, de 7,9 grados en la escala Richter y que causó cerca de 91.000 muertos y 13.000 desaparecidos.
En Tokio la policía metropolitana hizo un simulacro a gran escala que afectó a unas cien autopistas de la capital para controlar el tráfico y garantizar el paso de los vehículos de emergencias, informó la agencia local Kyodo.
La compañía ferroviaria East Japan Railway, una de las más afectadas tras la catástrofe del 11 de marzo, también llevó a cabo un entrenamiento de evacuación de sus pasajeros.
También participó en el ejercicio la planta atómica de Hamaoka, operada por Chubu Electric Power en la sureña provincia de Shizuoka, donde se simularon protocolos de reacción ante la supuesta llegada de un tsunami que afectase a sus sistemas eléctricos.
Los reactores de la planta de Hamaoka, situada en una zona altamente sísmica, están detenidos desde el pasado mayo a petición del entonces primer ministro, Naoto Kan, por motivos de seguridad.
Como parte de los ejercicios, el Gobierno nipón incluso simuló una rueda de prensa de emergencia para informar de las "consecuencias" de un supuesto seísmo de 7,3 grados Richter.
El terremoto que el pasado marzo sacudió el noreste de Japón tuvo una magnitud de 9 grados Richter y provocó un tsunami que resultó en una grave crisis nuclear, aún abierta, además de 15.756 muertos, 4.460 desaparecidos y miles de desplazados, según los últimos datos.
El Centro de Gestión de Desastres de Japón calcula que hay un 70 por ciento de probabilidades de que se produzca en los próximos 30 años un terremoto de 7 grados en la escala Richter en la capital.
Las regiones del noreste del país más afectadas por la tragedia del 11 de marzo no realizaron los ejercicios de este año por encontrase en mitad de las labores de reconstrucción.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, por lo que está relativamente acostumbrado a temblores que, en su mayoría, no tienen consecuencias graves por las estrictas normas de construcción en vigor.
EFE
El ejercicio se efectúa cada año el 1 de septiembre, Día de la Prevención de Accidentes, con motivo del aniversario del Gran Terremoto de Kanto de 1923, de 7,9 grados en la escala Richter y que causó cerca de 91.000 muertos y 13.000 desaparecidos.
En Tokio la policía metropolitana hizo un simulacro a gran escala que afectó a unas cien autopistas de la capital para controlar el tráfico y garantizar el paso de los vehículos de emergencias, informó la agencia local Kyodo.
La compañía ferroviaria East Japan Railway, una de las más afectadas tras la catástrofe del 11 de marzo, también llevó a cabo un entrenamiento de evacuación de sus pasajeros.
También participó en el ejercicio la planta atómica de Hamaoka, operada por Chubu Electric Power en la sureña provincia de Shizuoka, donde se simularon protocolos de reacción ante la supuesta llegada de un tsunami que afectase a sus sistemas eléctricos.
Los reactores de la planta de Hamaoka, situada en una zona altamente sísmica, están detenidos desde el pasado mayo a petición del entonces primer ministro, Naoto Kan, por motivos de seguridad.
Como parte de los ejercicios, el Gobierno nipón incluso simuló una rueda de prensa de emergencia para informar de las "consecuencias" de un supuesto seísmo de 7,3 grados Richter.
El terremoto que el pasado marzo sacudió el noreste de Japón tuvo una magnitud de 9 grados Richter y provocó un tsunami que resultó en una grave crisis nuclear, aún abierta, además de 15.756 muertos, 4.460 desaparecidos y miles de desplazados, según los últimos datos.
El Centro de Gestión de Desastres de Japón calcula que hay un 70 por ciento de probabilidades de que se produzca en los próximos 30 años un terremoto de 7 grados en la escala Richter en la capital.
Las regiones del noreste del país más afectadas por la tragedia del 11 de marzo no realizaron los ejercicios de este año por encontrase en mitad de las labores de reconstrucción.
Japón se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, por lo que está relativamente acostumbrado a temblores que, en su mayoría, no tienen consecuencias graves por las estrictas normas de construcción en vigor.
EFE