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viernes, 18 de noviembre de 2011

Gran ambiente, presencia de Cabrera y triunfo de las Águilas en el Clásico de la Chinita

El cotejo entre Zulia y Bravos, seguido por los venezolanos a través de televisión y radio y que no se perdieron ni los políticos, fue un duelo de pitcheo que se definió en la novena entrada y que tuvo como héroe a Ernesto Mejía.

El soberbio pitcheo zuliano estuvo comandado por su abridor, el joven prospecto Wilfredo Boscán, al lanzar seis actos en blanco, y sólo tolerar cuatro hits, ponchando a tres contrarios. Diego Moreno, Arcenio León, José Escalona, Deivis Mavarez, y Jean Carlos Granado se encargaron de mantener el cero hasta la reacción ofensiva de su conjunto. Por su parte, Yusmeiro Petit encabezó a sus insulares con siete entradas y dos tercios de labor, sin carreras, ocho hits, un boleto y siete ponches.

La única rayita del compromiso se dio en el décimo episodio en su parte baja, cuando los rapaces emboscaron al relevista visitante Josué Carreño. Luego de sacar el primer out, Carreño le regaló boleto a Freddy Galvis y permitió un sencillo de José Pirela, dejando el escenario preparado para Ernesto Mejía, quien se bañaría de gloria al largar una línea templada al jardín izquierdo que caía buena y pegaba contra la pared, y empujaba desde la intermedia a Galvis con la carrera de la victoria.

Ganó el zurdo Jean Carlos Granado (1-3) por los aguiluchos, al sacar el último out del último turno ofensivo de Bravos; perdió el derecho Josué Carreño (2-1) por la escuadra visitante, que ahora se hunde más en el fondo de la tabla clasificatoria.

Gran juego de pelota en Maracaibo, digno de un Clásico de La Chinita, y más cuando es Águilas del Zulia el equipo vencedor, para beneplácito de la gran cantidad de fanaticada que se dio cita en “el Grande”, entre otras cosas, para ver también cómo el único Salón de la Fama criollo, Luis Aparicio, le entregaba a Miguel Cabrera el premio que lleva su nombre y que lo acredita como el venezolano de mejor actuación en la temporada 2011 de Grandes Ligas.

El cotejo entre Zulia y Bravos, seguido por los venezolanos a través de televisión y radio y que no se perdieron ni los políticos, fue un duelo de pitcheo que se definió en la novena entrada y que tuvo como héroe a Ernesto Mejía.

El soberbio pitcheo zuliano estuvo comandado por su abridor, el joven prospecto Wilfredo Boscán, al lanzar seis actos en blanco, y sólo tolerar cuatro hits, ponchando a tres contrarios. Diego Moreno, Arcenio León, José Escalona, Deivis Mavarez, y Jean Carlos Granado se encargaron de mantener el cero hasta la reacción ofensiva de su conjunto. Por su parte, Yusmeiro Petit encabezó a sus insulares con siete entradas y dos tercios de labor, sin carreras, ocho hits, un boleto y siete ponches.

La única rayita del compromiso se dio en el décimo episodio en su parte baja, cuando los rapaces emboscaron al relevista visitante Josué Carreño. Luego de sacar el primer out, Carreño le regaló boleto a Freddy Galvis y permitió un sencillo de José Pirela, dejando el escenario preparado para Ernesto Mejía, quien se bañaría de gloria al largar una línea templada al jardín izquierdo que caía buena y pegaba contra la pared, y empujaba desde la intermedia a Galvis con la carrera de la victoria.

Ganó el zurdo Jean Carlos Granado (1-3) por los aguiluchos, al sacar el último out del último turno ofensivo de Bravos; perdió el derecho Josué Carreño (2-1) por la escuadra visitante, que ahora se hunde más en el fondo de la tabla clasificatoria.

Gran juego de pelota en Maracaibo, digno de un Clásico de La Chinita, y más cuando es Águilas del Zulia el equipo vencedor, para beneplácito de la gran cantidad de fanaticada que se dio cita en “el Grande”, entre otras cosas, para ver también cómo el único Salón de la Fama criollo, Luis Aparicio, le entregaba a Miguel Cabrera el premio que lleva su nombre y que lo acredita como el venezolano de mejor actuación en la temporada 2011 de Grandes Ligas.