Colombia y Perú firmaron el Tratado sobre Comercio de Armas, con lo que son ya 89 las naciones que han suscrito el texto, cuyo objetivo es frenar el flujo de armas y municiones a zonas de conflicto.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, firmó el tratado en nombre de su país, en un acto en la sede de las Naciones Unidas al que acudió acompañado por la canciller María Ángela Holguín.
Para Colombia, la decisión de la Asamblea General al aprobar este tratado fue "un hito para el control del comercio de armas convencionales", según indicó en un comunicado la oficina de la Presidencia colombiana.
Hasta ahora "no existía un instrumento jurídicamente vinculante con estándares internacionales comunes que permitiera regular dichas transferencias", añadió.
Por su parte, la canciller peruana, Eda Rivas, firmó el tratado en nombre de su país, según indicaron a Efe fuentes de la misión de ese país ante Naciones Unidas.
El tratado fue aprobado por mayoría de la Asamblea General el pasado 2 de abril y dio sus primeros pasos el 3 de junio con la firma de los primeros 67 países en un acto en la sede de Naciones Unidas.
El documento busca promover la paz y la seguridad a través del freno a los flujos de armas a zonas de conflicto, favoreciendo de paso el respeto a los derechos humanos.
"Con su adopción, se llena un importante vacío en el derecho internacional, constituyendo una contribución fundamental a la paz y al bienestar de la humanidad", indica un comunicado de la Cancillería peruana.
Además, la ONU espera que "señores de la guerra", piratas y el crimen organizado tengan más difícil el acceso a las armas que alimentan sus actividades.
El tratado entra en vigor noventa días después de que cincuenta Estados hayan ratificado sus instrumentos de ratificación, algo que se calcula que ocurrirá en algo menos de dos años.
EFE