Petrobras se abstiene de pronunciarse sobre supuesta suspensión de acuerdo con Pdvsa
La petrolera brasileña Petrobras se abstuvo hoy de comentar las versiones periodísticas según las cuales rescindió el acuerdo que la asociaba a la venezolana Pdvsa en una refinería que construye desde 2007 en el nordeste de Brasil.
"Petrobras por ahora no comentará el asunto", dijo a Efe una fuente de la petrolera brasileña que ni negó ni confirmó la información divulgada hoy por el diario económico Valor.
Según la versiones, Petrobras incorporará el 1 de noviembre la refinería Abreu e Lima como una unidad propia de negocios, con lo que el proyecto dejará de ser considerado como una asociación con PDVSA.
La petrolera brasileña ha postergado en varias ocasiones el plazo que le ha fijado a la venezolana para que presente las garantías con las que pretende asumir el 40 % de la participación en la refinería.
Pese a que la construcción conjunta de las instalaciones fue acordada en 2005 por los entonces presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela, y a que la planta está en fase final de construcción, PDVSA nunca aportó recursos para el proyecto, ni presentó las garantías para responsabilizarse por su parte en la deuda contraída por Petrobras para llevarlo a cabo.
Las dos empresas acordaron inicialmente construir una refinería binacional en el estado brasileño de Pernambuco (nordeste de Brasil) con capacidad para procesar 230.000 barriles diarios de petróleo, en la que Petrobras tendría un 60 % y PDVSA el 40 % restante.
La refinería conjunta era un viejo anhelo del fallecido presidente Chávez, principal impulsor del proyecto, quien viajó en varias oportunidades a Brasil para acordar la asociación.
Petrobras inició en 2007 la construcción de la refinería con recursos propios, a la espera de que PDVSA hiciese sus aportes y asumiese su parte en la deuda que la estatal brasileña contrajo con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para financiar la obra.
En varias oportunidades tanto la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, como la presidenta de Petrobras, Graça Foster, aseguraron estar dispuestas a negociar con las autoridades venezolanas para sacar adelante la asociación.
Foster también había dicho que, independiente de lo que PDVSA decidiese, Petrobras tiene planes para poner en operación en noviembre de 2014 un primer parque con capacidad para refinar 115.000 barriles diarios de petróleo.
Pese a que la previsión en 2005 era que la refinería tendría un costo de 2.300 millones de dólares, Petrobras admite que la planta, concluida en más del 80 %, ha costado 17.350 millones de dólares.EFE
"Petrobras por ahora no comentará el asunto", dijo a Efe una fuente de la petrolera brasileña que ni negó ni confirmó la información divulgada hoy por el diario económico Valor.
Según la versiones, Petrobras incorporará el 1 de noviembre la refinería Abreu e Lima como una unidad propia de negocios, con lo que el proyecto dejará de ser considerado como una asociación con PDVSA.
La petrolera brasileña ha postergado en varias ocasiones el plazo que le ha fijado a la venezolana para que presente las garantías con las que pretende asumir el 40 % de la participación en la refinería.
Pese a que la construcción conjunta de las instalaciones fue acordada en 2005 por los entonces presidentes Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil y Hugo Chávez de Venezuela, y a que la planta está en fase final de construcción, PDVSA nunca aportó recursos para el proyecto, ni presentó las garantías para responsabilizarse por su parte en la deuda contraída por Petrobras para llevarlo a cabo.
Las dos empresas acordaron inicialmente construir una refinería binacional en el estado brasileño de Pernambuco (nordeste de Brasil) con capacidad para procesar 230.000 barriles diarios de petróleo, en la que Petrobras tendría un 60 % y PDVSA el 40 % restante.
La refinería conjunta era un viejo anhelo del fallecido presidente Chávez, principal impulsor del proyecto, quien viajó en varias oportunidades a Brasil para acordar la asociación.
Petrobras inició en 2007 la construcción de la refinería con recursos propios, a la espera de que PDVSA hiciese sus aportes y asumiese su parte en la deuda que la estatal brasileña contrajo con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) para financiar la obra.
En varias oportunidades tanto la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, como la presidenta de Petrobras, Graça Foster, aseguraron estar dispuestas a negociar con las autoridades venezolanas para sacar adelante la asociación.
Foster también había dicho que, independiente de lo que PDVSA decidiese, Petrobras tiene planes para poner en operación en noviembre de 2014 un primer parque con capacidad para refinar 115.000 barriles diarios de petróleo.
Pese a que la previsión en 2005 era que la refinería tendría un costo de 2.300 millones de dólares, Petrobras admite que la planta, concluida en más del 80 %, ha costado 17.350 millones de dólares.EFE