El representante especial de la ONU para Somalia, Nicholas Kay, dijo hoy que Al Shabab, la milicia que se ha atribuido el ataque a un centro comercial en Nairobi, cuenta con una red de conexiones de alcance internacional gracias a la cual se vincula con Al Qaeda y grupos extremistas de Kenia.
"A mi entender, Al Shabab tiene una red de conexiones que incluyen a Al Qaeda y grupos en Kenia en una trama transfronteriza en la que varios grupos se superponen, operan juntos y se apoyan unos a otros, técnicamente y en términos de personal", comentó en una rueda de prensa en Ginebra.
Kay confesó que no estaba sorprendido por el ataque en Nairobi debido a que Al Shabab "ha estado amenazando y perpetrando ataques a pequeña escala en Kenia desde hace algún tiempo y esto es exactamente lo que han estado haciendo dentro Somalia desde hace mucho".
Comentó que en los tres meses que lleva residiendo en Mogadiscio, como jefe de la ONU en Somalia, la propia organización ha sufrido ataques de Al Shabab -una milicia islamista radical originaria de este país-, de naturaleza similar a la que ahora se vive en Nairobi.
Preguntado sobre las fuente de financiación del grupo terrorista, Kay sostuvo que, según la información con la que cuenta, Al Shabab genera sus propios recursos, a través de cupos que impone y del comercio ilegal.
El grupo islamista controla al menos tres pequeños puertos en la costa somalí, desde los que realiza operaciones de importación y exportación, en especial de carbón vegetal y que les generarían ingresos por 35 millones de dólares al año.
Sin embargo, el representante de la ONU dijo que un ataque contra un centro comercial no necesariamente requiere mucho dinero, sino más bien un "decidido propósito asesino"·
"El problema de Somalia y de Al Shabab no se circunscribe a un rincón aislado en África, sino que tendrá un impacto regional e internacional si no es resuelto", vaticinó.
Según el representante de la ONU, la comunidad internacional debe entender la conveniencia de realizar "una inversión extra" en Somalia, la que consideró "pequeña" si se compara con lo gastado en otros contextos de conflicto, como Afganistán, Irak o Mali.
Los esfuerzos deben ser redoblados en el ámbito político, pero sobre todo en el militar, en el que las carencias son alarmantes, con la Misión de la Unión Africana en Somalia que, pese a tener casi completo el contingente de efectivos aprobado -unos 17.000- carece de equipamiento esencial.
"No tiene por ejemplo ningún helicóptero militar para actuar en un país que es del tamaño de Afganistán", reveló Kay, quien también dijo que se necesitan vehículos armados.
Kay comentó que se cree que Al Shabab estaría formado por aproximadamente 5.000 milicianos, aunque enfatizó las dificultades que existen para hacer una evaluación confiable a este respecto.
Recordó que, en cualquier caso, no todos los miembros del grupo extremista están "firmemente comprometidos ideológicamente".
Muchos son jóvenes que se han incorporado a sus filas por la falta de oportunidades y que, por tanto, son susceptibles de ser recuperados por la sociedad a través de programas de desmovilización y reintegración.
EFE