(Madrid, 16 agosto.EFE) – El matador de toros sevillano Pepe Luis Vargas ha anunciado a través de las redes sociales, que le queda “un año de vida” después de que los médicos le hayan diagnosticado un cáncer “muy avanzado”.
“Me han comunicado los médicos hoy que tengo un cáncer y que tengo un año de vida, y yo os quiero comunicar que no pasa nada, Dios me ha dado muchos años de Felicidad, gracias por vuestra amistad y cariño. ¿Que hago ahora?”, expresó con total resignación el veterano diestro de Écija a través de su cuenta personal de Facebook.
“Pienso que hasta para morir hay que tener naturalidad y torería y aunque me cueste muchísimo, hay que hacerlo y no pasa nada, ya hice todo lo que pude…”, aseguró Vargas en un segundo mensaje.
El mundo de las corridas de toro no ha tardado en reaccionar ante la triste noticia, y se han volcado a mandar innumerables mensajes de ánimo al torero de la década de los 80.
Pepe Luis Vargas, de 55 años, fue uno de los novilleros de mayor proyección que ha dado Sevilla en los últimos 30 años, gracias, sobre todo, a su sonado triunfo en la tarde de su debut en la Maestranza sevillana, en la que abrió la Puerta del Príncipe.
Tras su alternativa en Sevilla, en 1979, que tomó de manos de Curro Romero y en presencia de Manili, Vargas vio como sus oportunidades empezaron a diluirse, tanto que no le quedó otra que emigrar a México para poder relanzar su carrera.
Su carrera estuvo marcada por la incomprensión empresarial, al asignarle siempre corridas “duras”, cuando él era considerado un torero de arte y elegancia, estilo muy distante a este tipo de encastes, los cuales le llegaron a propinar 20 cornadas, 5 de ellas de pronóstico grave.
La última y más importante fue la que sufrió en Sevilla, en su reaparición tras volver de tierras aztecas, una herida que le obligó, finalmente, a apartarse de los ruedos y tomar el mando de la escuela taurina de Écija, cargo que ha desempeñado hasta principios de este año.
