Las anomalías, trastornos o malformaciones congénitas, son la segunda causa de muerte en los niños menores de 28 días y de menos de 5 años en el Continente Americano, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Esas anomalías, sumadas a los nacimientos prematuros, la asfixia y la sepsis representan más del 44% de los fallecimientos en la niñez. En el mundo, afectan a uno de cada 33 bebés y causan 3,2 millones de discapacidades al año.
Con el fin de generar conciencia sobre el impacto de las anomalías congénitas, la OPS junto con otras once organizaciones líderes en salud global, celebra este martes por primera vez la conmemoración del Día Mundial de los Defectos de Nacimiento.
La directora del Centro Latinoamericano de Perinatología de la OPS, Suzanne Serruya, explicó que las anomalías congénitas son un problema frecuente, costoso y desafiante.
Agregó que la celebración de la jornada también busca impulsar el desarrollo y la implementación de programas para prevenirlo, y ampliar los servicios de salud que refieren y atienden a todas las personas con defectos de nacimiento.