Con el objetivo de superar la crisis del ébola y apoyar la recuperación de los países más afectados por la enfermedad, hoy se llevó a cabo en Bruselas una reunión de alto nivel de Naciones Unidas y la Unión Europea.
Durante el cónclave, en el que participaron los presidentes de Liberia, Sierra Leona y Guinea, el enviado especial de la ONU para el ébola aseguró que ha habido un progreso notable en el combate al padecimiento, pero advirtió que la etapa de recuperación es la más difícil.
David Nabarro explicó que los 22 millones de personas que viven en los países más golpeados necesitan acceso al empleo, los mercados y los servicios que les permitan mantenerse saludables.
Agregó que son necesarios cerca de 900 millones de dólares para asistirlos, de los cuales urgen 400 millones para lograr el objetivo de cero casos nuevos.
Por su parte, la administradora del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark, dijo que la epidemia todavía no ha terminado, por lo que no puede haber complacencia. Llamó a la comunidad internacional a mantener el apoyo, en particular a los sobrevivientes, los huérfanos y los grupos más vulnerables.
Hasta ahora, más de 23.500 personas se han infectado con el virus del Ébola y más de 9.500 han muerto a causa de esta enfermedad.