La proximidad del Ramadán y el aumento del número de turistas y residentes occidentales en Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha encendido las alarmas entre quienes defienden las costumbres de vestimenta que ordena el islam.
Ante la controversia, la Municipalidad de Dubái ha puesto en marcha un servicio en el que ofrece ‘abayas’ (traje tradicional femenino en el Golfo Pérsico) a las mujeres que no respeten el código de vestimenta del emirato para usarlas durante su visita a los centros comerciales.
La decisión se ha producido después de que las autoridades recibieran numerosas quejas por parte de la población local al ver a mujeres “ligeras de ropa” en lugares públicos.
Esta situación es una consecuencia directa del auge de Emiratos como uno de los destinos preferidos para los viajeros de todo el mundo, tendencia avalada por los 12 millones de turistas que recibió en 2014, según la página webEXPEDIA.com.
El problema se encuentra en que muchos de ellos no conocen o no respetan las raíces y tradiciones arraigadas en esta comunidad árabe, explica a Efe Nasif Kayed, director del Centro Cultural para el Entendimiento Jeque Mohamed de Dubái.
“Una mujer vestida de forma indecente puede molestar a otras personas y eso es lo que queremos evitar con el código de vestimenta, aún más en Ramadán, ya que es un periodo en el que debe reinar una atmósfera de espiritualidad conforme a lo que dicta la religión”, afirma Kayed.
De acuerdo con el Código de Conducta de Dubái, publicado en la página web del Gobierno y basado en “la filosofía de respetarse a uno mismo antes de esperar que otros te respeten”, una de las normas base del emirato es “vestir con ropa adecuada”.
En opinión de Kayed, todo está relacionado con los valores. “En nuestra tradición -explica- no está bien visto ir vestido mostrando ciertas partes del cuerpo y eso es lo que se debe respetar”.
“Algunos occidentales muestran insensibilidad hacia la tradición islámica cuando no se visten adecuadamente; es como cuando vas a un funeral, tienes que respetar y comportarte de cierta manera”, puntualiza.
El código de vestimenta estipula que la ropa será considerada indecente en el caso de que se expongan partes del cuerpo, sea transparente o muestre fotos o lemas obscenos y ofensivos.
El acceso a edificios gubernamentales y administrativos puede ser vetado por el guardia de seguridad si se considera que la persona está incumpliendo el código de vestimenta.
Esta situación la vivió la española Celia Fernández, residente en Dubái, a quien el guardia de una oficina de la compañía de telecomunicaciones Etisalat le impidió la entrada.
Fernández explica a Efe que se disponía a pagar la factura de internet cuando la seguridad de la oficina le denegó el acceso por lleva “ropa inadecuada”, en su caso una falda ligeramente por encima de la rodilla.
En tiempo de Ramadán, el mes de ayuno musulmán, que este año empieza el 17 o 18 de junio, la normativa se vuelve mucho más estricta e incluso los propios habitantes locales del Golfo Pérsico se tornan menos permisivos con los atuendos.
Así se puede observar en un vídeo, difundido en las redes sociales, en el que un grupo de mujeres emiratíes criticaba a dos jóvenes árabes que se encontraban comprando ropa y que iban vestidas mostrando los hombros y las piernas.
Los centros comerciales también aumentan la disciplina en Ramadán y comienzan a lanzar campañas y folletos en los que se detalla el código de vestimenta con gráficos donde aparecen tachadas las prendas que no se deben usar.
Para lograr mayor efectividad, los folletos se imprimen en ocho idiomas diferentes y son entregados por los representantes del Servicio al Cliente y por personal de seguridad de manera cortés y discreta a todas aquellas mujeres que consideran que no están respetando las normas.
Con respecto al código de vestimenta playero, está delimitado por el Gobierno de cada emirato: en Dubái se permite el bikini en las playas públicas, pero en otros más tradicionales como Ras Al Jaimah o Sharjah, sólo se puede usar este tipo de traje de baño en las privadas deHOTELES y urbanizaciones.
Fuente: EFE