Un equipo de buzos y técnicos fueron hoy los protagonistas de la fase final del despliegue del cable submarino de fibra óptica más moderno del Caribe y Centroamérica, ya que ellos fueron los encargados de llevar a tierra el último tramo y enterrarlo en una de las más turísticas playas de Puerto Rico.
“Ha sido un largo proceso que ha implicado inversiones millonarias y el trabajo coordinado de muchas empresas, que hoy concluye en el aspecto técnico del despliegue del cable”, explicó a Efe Wanda Rivero, gerente de Estación de Cable de Telefónica en San Juan, en la playa de Isla Verde.
Rivero y su equipo supervisaron este sábado desde el amanecer y con cierta emoción la llegada a la playa de este último extremo de un cable de unos 6.000 kilómetros de longitud y 80 terabits por segundo, que fue traído a tierra por unos buzos, para asombro de residentes y turistas que disfrutaban del día de playa.
Así, queda completado el cable que enlaza EE.UU. con las Islas Vírgenes, Aruba, Puerto Rico, Curazao, Colombia, Panamá y Ecuador, un colosal proyecto que ha requerido la participación también de otras grandes compañías de la región: Cable & Wireless, Telconet, Setar y UTS.
Para llevar el cable, bautizado como PCCS (Pacific Caribbean Cable System), hasta la central de Telefónica hubo que cavar una zanja de unos tres metros de profundidad por la arena hasta alcanzar las tuberías que conectan con las instalaciones de la multinacional.
“Este nuevo cable permitirá a Telefónica -así como a las otras empresas que participan en este consorcio- ofrecer a sus clientes más garantías sobre sus conexiones de telecomunicaciones”, explicó también a Efe en la playa Silvio Navarrete, director de ventas mayoristas de Telefónica en Puerto Rico y el Caribe.
Por ejemplo, Telefónica -una de las mayores compañías de telecomunicaciones, con presencia en más de 40 países- da servicio en Puerto Rico a prácticamente todos los grandes proveedores de internet de la isla para que los usuarios finales puedan navegar por la red con garantías.
“Nuestros diez centros de datos ubicados en nueve países están conectados a nuestra robusta red internacional con más de 650 puntos de presencia”, apunto Carolina Valeriano, la máxima responsable de Telefónica en Puerto Rico.
Según explicó a Efe, “esta infraestructura esta soportada por toda una red de cables submarinos, que son una pieza clave para ofrecer a los clientes, tanto empresas como particulares, servicios que demandan cada vez más altas capacidades”.
De hecho, este cable también permitirá a Telefónica revender (o alquilar) capacidad de transmisión a otras empresas de telecomunicaciones tanto en Puerto Rico como en otros países del Caribe y de parte de la costa americana del Pacífico, para que éstas a su vez se la ofrezcan a sus clientes.
“Ahora es cuestión de completar las pruebas técnicas pertinentes y hacia mediados de año el cable podrá empezar a explotarse comercialmente”, dijo Navarrete.
El cable, que entrará en funcionamiento en junio, se fabricó en Francia, donde Alcatel lo cargó en un barco de dimensiones parecidas a las de un gran crucero y luego lo trajo a América, donde incluso ha tenido que cruzar en varias ocasiones el Canal de Panamá.
Aunque cerca de las costas y en profundidades de menos de mil metros el cable va enterrado bajo la arena, en alta mar simplemente reposa sobre el lecho marino.
“Este cable nos permitirá diversificar nuestros puntos de acceso a EE.UU. y Puerto Rico, y además ampliar la conectividad con Colombia, Ecuador y Panamá”, añadió Valeriano.
Por lo que se refiere a Puerto Rico, “Telefónica no sólo asegura la conectividad de los puertorriqueños durante los próximos años, ofreciendo la solución más robusta del país, sino que brindará la capacidad necesaria para facilitar el alto consumo de internet proveniente, por ejemplo, de las descargas de vídeo”.
“Esto nos permitirá ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes en términos de capacidad, seguridad y diversidad en la red”, explicó.
Fuente: EFE