Los españoles votaban este domingo en unas elecciones regionales y municipales que ponen a prueba a las nuevas formaciones políticas, como Podemos, inspirada en el movimiento de los ‘indignados’, frente a las fuerzas tradicionales.
“La nueva y la vieja política miden sus fuerzas en las urnas”, titula este domingo el diario El País, que no duda en afirmar que se trata de “las elecciones más inciertas” desde la vuelta a la democracia en España.
La respuesta podría estar en el más de 30% de votantes que todavía no han decidido su sufragio, en unos comicios que tradicionalmente anticipan la tendencia de los legislativos, previstos para finales de año.
Desde las 9h00 locales (7h00 GMT) y hasta las 20h00 (18h00 GMT), más de 35 millones de votantes están acudiendo sin incidentes a votar, de los que algo más de un 1,5 millones son jóvenes que votan por primera vez.
Trintañeros
El voto joven es la principal baza de las nuevas formaciones como la izquierdista Podemos o su rival de centro-derecha, Ciudadanos.
Estas formaciones están lideradas respectivamente por el profesor universitario Pablo Iglesias, y el abogado Albert Rivera, dos treintañeros, que amenazan la primacía que desde 1982 mantienen los socialistas (PSOE) y el gobernante Partido Popular (PP, derecha).
“Es la primera vez que venimos a votar con ilusión”, dice Eva Quintas, de 32 años, que ha acudido a depositar su papeleta por Podemos en Madrid.
“Aquí, el 90% vota a la derecha. Todos tienen miedo de que llegue la izquierda radical”, dice Paco, un quiosquero de un lujoso barrio madrileño.
A las 12h00 GMT había votado un 34,79% del censo, casi un punto menos que a la misma hora en 2011.
“Los siete años de crisis y sus graves secuelas en el tejido social” han erosionado a los dos grandes partidos tradicionales españoles e impulsado las dos nuevas formaciones, recuerda El Mundo.
Los españoles renuevan 13 de los 17 parlamentos regionales, en un país muy descentralizado donde las regiones controlan políticas como eduación o sanidad. La derecha domina 13 de estas comunidades autónomas.
Además, también elegirán a 8.122 alcaldes, incluidos los de Barcelona, Madrid, Valencia y Sevilla, las cuatro mayores ciudades españolas, dirigidas la primera por los nacionalistas catalanes y las otras tres por el PP.
Las elecciones llegan tras una crisis cuyas consecuencias siguen notándose pese a que la economía volvió a crecer en 2014, un 1,4%.
Miles de jóvenes han emigrado huyendo del desempleo que afecta a un 23,7% de la población activa, a la vez que los escándalos de corrupción – en medio de una dura política de austeridad -, han contribuido a aumentar el malestar ciudadano.efe