Más de 200.000 personas -casi la mitad de ellas, niños menores de 5 años- sufren cada día en las Américas algún tipo de enfermedad transmitida por los alimentos. Durante las celebraciones de fin de año el riesgo puede aumentar si no se manipula y refrigera adecuadamente la comida que se preparada en cantidad y con antelación.
Para evitar posibles intoxicaciones, la Organización Panamericana de la Salud, oficina regional de la Organización Mundial de la Salud, recomienda seguir cinco reglas básicas: adoptar medidas higiénicas adecuadas, separar los alimentos crudos de los cocidos, cocinar por completo los alimentos, no exponerlos a temperaturas elevadas y utilizar agua e ingredientes crudos seguros.
Si se respetan estas simples claves, asegura la OPS, los consumidores evitarán que los alimentos se contaminen y que los microbios se multipliquen.
Una de cada 3 enfermedades transmitidas por la comida se produce por alimentos consumidos en el hogar y, en general, la causa está en una manipulación incorrecta de los mismos.
Los alimentos contaminados pueden provocar más de 200 patologías y los síntomas incluyen dolor abdominal, diarrea, náuseas, escalofríos, fiebre y dolor de cabeza, entre otros. Aparecen entre 30 minutos y dos semanas después del contacto con el agente responsable de la enfermedad, aunque suelen notarse en las primeras 48 horas.