Un bombero murió cuando combatía el incendio de proporciones que destruyó parte del Museo de la Lengua Portuguesa, en la histórica Plaza de la Luz y contiguo a estaciones del metro y del servicio de trenes metropolitanos de la ciudad brasileña de Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.
El bombero, que trabajaba en la brigada contra incendios del propio museo, sufrió quemaduras en diversas partes del cuerpo cuando combatía las llamas en el tercer piso de la edificación y murió de un paro cardiaco tras ser trasladado a un hospital de la mayor ciudad de Brasil, informó el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, en declaraciones a periodistas.
El gobernador acudió a la edificación siniestrada cuando los bomberos finalmente consiguieron controlar el fuego, tras casi tres horas de combate, para anunciar que la gobernación buscará socios privados para iniciar de inmediato la reconstrucción del museo, que es uno de los principales locales turísticos y culturales de Sao Paulo.
"Soy consciente del aprecio que la población de Sao Paulo tenía por este, que era uno de los más visitados museos de la ciudad, y lo reconstruiremos. Vamos a tomar todas las medidas y a unirnos a la iniciativa privada para financiar la reconstrucción", afirmó el gobernador.
El secretario municipal de Cultura de Sao Paulo, Nabil Bouduki, afirmó que la colección del museo no fue muy afectada, pero admitió que las llamas destruyeron parte de los últimos pisos y una gran extensión del tejado de la histórica edificación que le sirve de sede.
"Las colecciones son el alma del museo. Si no se perdió la colección, considero que las pérdidas fueron menores", dijo Bouduki al admitir que en el piso más afectado había una exposición temporal.
El secretario de Cultura del estado de Sao Paulo, Marcelo Araújo, aseguró que gran parte de la colección es digital y que la institución posee copia técnica de los archivos.
El Cuerpo de Bomberos de Sao Paulo informó que, pese a que las llamas ganaron gran altura, el cerca de centenar de hombres y los veinte vehículos enviados consiguieron controlar el fuego en unas tres horas.
EFE