Los casi mil cubanos varados en Panamá están "desesperados" ante la "incertidumbre" en la que se encuentran, y pidieron hoy a los gobiernos de América Central que les permitan seguir su viaje hacia EE.UU.
"No sabemos nada" oficialmente sobre las gestiones que hace Panamá con el resto de Centroamérica para conseguir un puente que permita seguir la travesía hacia Estados Unidos, dijo a Efe el emigrante cubano Juan Pablo Sánchez, quien permanece en un albergue en Progreso, localidad de la frontera entre Panamá y Costa Rica.
El Gobierno de Panamá ha dicho que busca una solución para los cubanos en su territorio similar al acuerdo alcanzado por Costa Rica con el resto de los países centroamericanos.
Ese acuerdo, alcanzado el pasado 28 de diciembre, permitirá que un primer grupo de los casi 8.000 isleños varados en Costa Rica salga vía aérea hacia El Salvador para continuar desde allí por tierra su viaje con rumbo a EE.UU. a través de Guatemala y México.
Ese primer "traslado humanitario" de cubanos desde Costa Rica a El Salvador, unos 180 con prioridad a familias con niños según el Gobierno de Costa Rica, se realizará el próximo martes 12 de enero, anunció este miércoles el canciller costarricense, Manuel González, quien supeditó al resultado de esa "prueba" las "medidas a seguir".
"La preocupación nuestra es que queremos saber en qué situación estamos. Aquí se dice que la vicepresidenta (de Panamá) está haciendo unas gestiones a ver si podíamos partir desde (la ciudad de) David hacia El Salvador, pero oficialmente nunca nos han dado ese dato", dijo a Efe el emigrante cubano Víctor Espinosa.
Decenas de los isleños varados en Panamá duermen en el gimnasio municipal de Progreso, ubicado a unos 10 kilómetros de la línea fronteriza con Costa Rica, y allí convocaron a la prensa para pedir a los gobiernos de la región que les dejen pasar.
"Estamos abogando para que nos ayuden los gobiernos de Centroamérica, no estamos exigiendo nada", afirmó Juan Pablo Sánchez, quien habló sobre los "ánimos un poco tensos, alterados" que marcan ahora la vida de los emigrantes en esa localidad panameña.
EFE