El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, considera que los niveles en los que actualmente se mueve la deuda española en términos de rentabilidad no tienen fundamentos. Por este motivo, se ha mostrado confiado en que las "turbulencias" de los mercados no deriven en una "variación sustancial" del "apetito" de los inversores hacia el bono español en las subastas del Tesoro de la próxima semana. "No es consistente y no tiene sentido", ha afirmado sobre la subida de la prima de riesgo, el diferencial entre los bonos españoles a 10 años y los alemanes, que ha llegado a rebasar los 370 puntos básicos aunque hoy se ha vuelto a situar por debajo de los 300.
El reavivamiento de las dudas contra los llamados periféricos del euro ha disparado los intereses que los inversores exigen por entrar en la deuda española en los mercados secundarios, donde se negocian los títulos de los Estados una vez emitidos y donde se fija la prima de riesgo. No obstante, es el primario donde se realizan las subastas, un mercado al que España volverá la semana que viene tras cerrar con relativo éxito las últimas emisiones. Estas, sin embargo, tuvieron lugar antes de este último episodio de aumento de las tensiones, aunque ello no impidió que el Tesoro se viese obligado a elevar la rentabilidad de sus títulos para superar las mayores dudas de los inversores. Ambos mercados, además, están muy relacionados ya que lo que sucede en cualquiera de ellos acaba trasladándose, tarde o temprano, al otro.
"El precio (de la deuda) se ajustará en los próximos días", ha augurado Campa al tiempo que ha subrayado que lo "importante" es clarificar la evolución y desarrollo de la economía española. "No existen argumentos consistentes sobre los niveles actuales del diferencial. No cabe pensar que persistan en el tiempo", ha enfatizado.
El secretario de Estado ha recordado además que el coste de la deuda española se sitúa en la actualidad "muy por debajo" de lo que pagaba en los últimos 15 años y por debajo del umbral del 7% que se considera puede precipitar un rescate financiero, ya ha incidido en que no hay "perspectiva" de que el diferencial se mantenga en el largo plazo. Pese a ello, el incremento del peso de la deuda pública -que cerrará el año sobre el 68% del PIB o 700.000 millones, incluidas todas las Administraciones Públicas- ha hecho que la partida que el Estado -responsable de 566.003 millones del total de deuda- dedica a pagar intereses se convierta en la segunda por volumen de los presupuestos. En su conjunto, España deberá pagar este año 27.421 millones de euros, un 18% más que en 2010.
El alto cargo de Economía ha insistido en que las subastas del Tesoro nunca han tenido "ningún problema" de falta de interés o cobertura cuando las dudas sobre España arrecian en los mercados, si bien sí que ha reconocido que suponen un coste mayor para colocar dicha deuda. El organismo dependiente del departamento que dirige Elena Salgado volverá el próximo martes y jueves al mercado de emisiones para colocar letras a 3 y 6 meses y bonos a 10 y 15 años, respectivamente.