EFE-El presidente José Mujica fue hoy el primer entrevistado para el censo de población y vivienda que durante septiembre, quince años después del anterior, se lleva a cabo en Uruguay con el respaldo de un organismo oficial brasileño.
Unos 7.500 censistas recorrerán durante todo el mes las 113 regiones en que fue dividido el país.
Una de esas censistas acudió hoy a la chacra (vivienda rural) ubicada en la periferia de Montevideo en la que reside el jefe de Estado y su esposa, la senadora Lucía Topolansky.
El presidente "fue muy dinámico en las respuestas, entendió el cuestionario y lo respondió sin problemas", destacó la entrevistadora a medios de prensa local sin aportar más datos, según dijo, porque la legislación uruguaya exige la confidencialidad sobre la información del censo.
La consulta tiene el apoyo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) que prestó 10.000 dispositivos electrónicos portátiles (dep) que serán utilizados para recoger y almacenar la información, señalaron a Efe fuentes del INE.
La novedad de este censo es que incluye preguntas sobre cuestiones étnico-raciales y discapacidades.
A partir de la consulta popular las autoridades uruguayas esperan tener información actualizada y de primera mano sobre cuántos son los habitantes del país, cómo viven, cual es su actividad económica y nivel educativo y satisfacción de necesidades básicas.
Recogiendo una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se interroga a los residentes en el país sobre alguna dificultad permanente (discapacidad) para ver, oír, caminar o entender y aprender.
En total se calcula que 1,1 millones de viviendas, en las que viven cerca de 3,4 millones de habitantes, serán censadas en todo el país e incluso se pretende llegar a las personas en situación de calle.
Unos 7.500 censistas recorrerán durante todo el mes las 113 regiones en que fue dividido el país.
Una de esas censistas acudió hoy a la chacra (vivienda rural) ubicada en la periferia de Montevideo en la que reside el jefe de Estado y su esposa, la senadora Lucía Topolansky.
El presidente "fue muy dinámico en las respuestas, entendió el cuestionario y lo respondió sin problemas", destacó la entrevistadora a medios de prensa local sin aportar más datos, según dijo, porque la legislación uruguaya exige la confidencialidad sobre la información del censo.
La consulta tiene el apoyo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) que prestó 10.000 dispositivos electrónicos portátiles (dep) que serán utilizados para recoger y almacenar la información, señalaron a Efe fuentes del INE.
La novedad de este censo es que incluye preguntas sobre cuestiones étnico-raciales y discapacidades.
A partir de la consulta popular las autoridades uruguayas esperan tener información actualizada y de primera mano sobre cuántos son los habitantes del país, cómo viven, cual es su actividad económica y nivel educativo y satisfacción de necesidades básicas.
Recogiendo una iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se interroga a los residentes en el país sobre alguna dificultad permanente (discapacidad) para ver, oír, caminar o entender y aprender.
En total se calcula que 1,1 millones de viviendas, en las que viven cerca de 3,4 millones de habitantes, serán censadas en todo el país e incluso se pretende llegar a las personas en situación de calle.