(dpa) - El mayor Premio Gordo en la historia de la lotería de Navidad para
el peor momento económico en la historia de España. En un país con casi cinco
millones de desempleados y unas perspectivas nada halagüeñas para el nuevo año,
son muchos los españoles que este año esperan con más expectativas si
cabe un golpe de suerte en el tradicional sorteo, dos días antes de la
Nochebuena.
“La gente está muy necesitada de dinero y ya sólo confía en
la suerte para salir de la crisis”, asegura una lotera, que ha visto cómo hasta
su administración se acercaron personas sin trabajo con la confianza en que la
Lotería de Navidad, la más grande y más antigua del mundo, les ayude a salir de
una mala situación económica.
Este año son cuatro millones de euros los que tocan a la serie del número
agraciado con “El Gordo”. Al décimo, la participación más habitual, que cuesta
20 euros (26,2 dólares), le tocarán 400.000 euros libres de
impuestos, frente a los 300.000 con los que durante los últimos años
estuvo dotado el primer premio de la Lotería de Navidad española.
La dotación del segundo premio también ha crecido: de un millón de
euros a 1,250 millones de euros a la serie (125.000 euros al décimo).
El tercero se queda como estaba: 500.000 euros a la serie
(50.000 euros al décimo).
Estas Navidades de crisis, la administración ha querido atraer más
compradores (y más ingresos en las arcas del Estado) aumentando los premios.
Pero a la vez ha reducido las posibilidades de ganar “El Gordo”, ya que
ha incrementado el número de bolas que el jueves entrarán en el bombo
grande del sorteo, en el Palacio de Congresos de Madrid.
Hasta el año pasado, Loterías y Apuestas del Estado ponía a la venta todos
los números hasta el 85.000. Este año los ha extendido hasta el
99.000, por lo que caen las posibilidades de ganar. Pero eso no ha
impedido a los españoles seguir participando en el tradicional sorteo de
Navidad, toda una institución en el país con la que comienzan oficiosamente las
fiestas navideñas.
“Matemáticamente, la mejor opción es no jugar”, asegura un
matemático que se ha dedicado al estudio de las probabilidades que hay de
convertirse en una de esas personas que, tras el sorteo, aparecen dando saltos
de alegría y descorchando botellas de champán en los informativos televisivos
del día.
Las posibilidades de ganar en Navidad, ya se sabe, son menores que el resto
del año. Pero la participación en el sorteo extraordinario, más allá de
lo suculento del premio, es para muchos una tradición. Los hay incluso
que no juegan a la lotería en todo el año pero sí lo hacen en estas fechas.
Ana, treinteañera que vive en Madrid, es una de esas personas. “Si me
tocara, metería el dinero en el banco y me dedicaría a vivir de él sin
trabajar durante diez años”, explica. Juega a varios números, algunos
compartidos con padres y hermana, con la esperanza de que alguno de los niños
del famoso Colegio de San Ildefonso cante el jueves uno de ellos, acompañado del
soniquete “¡cuatro millones de euros!”.
Entre los números más solicitados este año, tanto que sus décimos
agotaron bastante tiempo antes del sorteo, está el 51.011. Es el que se
conoce como “el de la duquesa de Alba”, porque coincide con la fecha en la que,
a los 85 años, se casó Cayetana de Alba, uno de los personajes más mediáticos (y
más ricos) de España. “Nunca nos había pasado nada así”, explica la gran demanda
una lotera de Granada, en el sur del país.
Entre los números más buscados está también el 11.511, que coincide
con la fecha del terremoto que en mayo devastó la localidad murciana de
Lorca, dejando 11 muertos, más de 300 heridos y cientos de damnificados que
durante mucho tiempo no pudieron regresar a sus casas. La creencia popular de
que un desastre trae después suerte rige en este caso.
Está también el número de la esperanza del final de terrorismo:
02.010, la fecha en la que ETA anunció el cese definitivo de una violencia que ha costado
la vida a más de 800 personas. Y los días de la visita del Papa a España
-18.811, 19.811, 20.811 y 21.811- han estado muy solicitados por parte de los
fieles.
También ha habido quien ha puesto la vista (y la esperanza) fuera de
España: la fecha de boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton
(19.411) y la de la muerte de la cantante Amy Winehouse (23.611) están
entre ellos.