Luego de pasar más de un mes de la explosión de una gandolade combustible en el kilómetro 4 de la vía hacia los Altos Mirandinos, este martes falleció Mirian Rangel, de 44 años de edad, en la unidad de quemados del Hospital Coromoto de Maracaibo.
En una nota reseñada por el diario La Región conoceremos más de esta historia:
“Todo empezó aquel jueves, cuando mi hermana, que estaba con mi mamá en aquella unidad de transporte, nos llamó por teléfono y sólo alcanzó a decirnos que se estaban quemando. Entonces estábamos viendo televisión y supusimos que se trataba de ese accidente”, relató Armando Rodríguez, uno de los 4 hijos de la occisa.Rodríguez contó que su madre y su hermana fueron trasladas al Hospital de Coche, donde le indicaron que su madre no estaba tan grave, mientras que su hermana y padrastro, quienes acompañaban a Mirian a pagar una promesa a la Candelaria, sufrieron quemaduras moderadas en rostro y extremidades superiores.“Ella fue trasladada al Hospital Universitario, y allí fue evolucionando satisfactoriamente pese a que le diagnosticaron quemaduras de primer y tercer grado en 65% de su anatomía, de hecho, nos hablaba y movía sus extremidades, sin embargo, la gente de Pdvsa decidió trasladarla al hospital de Maracaibo, estado Zulia, alegando que allá había mejores especialistas y tendría los cuidados requeridos para su total mejoría”.A juicio de José Manuel Rodríguez, -otro hijo de la víctima- en ese instante fue que comenzaron los inconvenientes con Pdvsa, porque no tenían unidades para trasladar a la víctima vía aérea, hasta que finalmente la llevaron a bordo de una aéreo ambulancia.El joven relató que “una vez ingresada allá decidieron sedarla alegando que así trataban a ese tipo de pacientes. El Dr. Tulio Chacín, médico a su cargo, decía que estaba evolucionando satisfactoriamente, siempre nos recibía con buenas noticias y esos no tenía optimistas, aunque no podíamos verla. Sin embargo, un día consulté con otro doctor y me dijo que mi mamá estaba en estado crítico, pues una infección en el pulmón amenazaba con afectarle el otro“.El entrevistado, quien tras 18 días se estadía en Maracaibo acompañando a su madre perdió su empleo, confrontó vía telefónica al galeno de apellido Chacín y le dijo cual era el estatus real de su progenitora, “y él insistió en decir que estaba bien. De hecho, dijo que el miércoles le haría un injerto en la pierna derecha, pero poco trato después una doctora de guardia no avisó que había fallecido. Más nunca supimos de su médico tratante”.En cuanto a la causa de la muerte no está clara aún, pues le dijeron a sus familiares que era producto de un paro respiratorio, pero en el acta de defunción reseña que fue por las “profundas quemaduras”.Recibiendo a familiares, amigos y vecinos al velorio realizado la tarde de ayer en el sector La Galera de Pozo de Rosa y con los preparativos del entierro previsto en el cementerio de San Pedro de los Altos, los hijos de Mirian exigen a las autoridades de Pdvsa una indemnización.“Ella era cabeza de familia, nosotros estudiamos en la universidad y mi hermana quedó muy afectada tanto con el accidente que sufrió como con la pérdida física. Exigimos que los representantes de la empresa responsable den la cara y hagan una mesa de trabajo con las víctimas de la tragedia de la Panamericana”.
Con información del diario La Región