El encuentro fue entre dos profesionales, un manager y su jugador estrella. Sin embargo las experiencias fueron muy personales, características de un momento entre padre e hijo. Miguel Cabrera había entrado en los libros de récords al alcanzar la triple corona.
El venezolano se convirtió en el primer pelotero en lograrlo desde 1967. Él y su manager se abrazaron en el dogout. Ambos conversaron con el comisionado Bud Selig después del juego, compartiendo otra memoria en una noche llena de momentos para el recuerdo.
“Siempre confió en mi”, dijo Cabrera de Leyland. “Él siempre me apoyó”, agregó y el sentimiento es mutuo. Luego del juego, Miguel agradeció a Justin Verlander, Prince Fielder y el resto de sus compañeros por su apoyo.
Luego tomó un tono respetuoso cuando los periodistas le preguntaron sobre su manager. “Fue una gran noche para el béisbol”, dijo Leyland por su parte. Hubo varios momentos así para Leyland y Cabrera este miércoles, es una noche que jamás olvidaran.
Con información de MLB.com